Ducha de exterior

Decoración Exterior

Esta es la solución ideal para refrescarte en tu jardín y combatir la ola de calor (y no es una piscina)

Tenemos el complemento perfecto para tu jardín en verano, sobre todo si no tienes piscina: una ducha de exterior para refrescarse cuando el calor aprieta. ¡Elige tu favorita!


11 de agosto de 2025 - 14:00 CEST

En verano nos encanta estar al aire libre y aprovechar al máximo el espacio del jardín, el patio o la terraza. Lo malo es que, a veces, el calor intenso y las altas temperaturas nos lo ponen difícil. En lugar de correr hacia el interior de casa y colocarte delante del ventilador, podemos poner en marcha estrategias que nos ayuden a refrescarnos. Como la de instalar una ducha de exterior. Hoy te contamos cómo puedes elegirla y en qué factores debes fijarte para acertar.

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Ducha de exterior© Krista Hoffman Design

Objetivo: perseguir el bienestar

Tanto si tu jardín es grande como si se trata de solo un pequeño patio, tengas o no tengas piscina, una ducha de exterior para refrescarte fuera de casa es el mejor accesorio para las zonas al aire libre, al menos en verano. Cuando las temperaturas suben y el calor aprieta, solo es posible disfrutar en el jardín si cuentas con una zona cómoda en la que estar frescos. Y para eso las duchas son la mejor idea.

Las duchas de exterior nos recuerdan a los días de playa y piscina. Tomar una ducha de agua dulce al aire libre, tras una jornada de diversión al sol, es una experiencia de lo más placentera, por lo que este elemento nos trae vibes de las vacaciones y recuerdos de un estilo de vida playero aunque estemos en la ciudad, en nuestra casa.

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© Molins Design

Antes y después del baño

Si tienes la suerte de tener una piscina en casa, la vas a disfrutar a tope durante las semanas más calurosas del año. Y aunque podrás bañarte y refrescarte sin problema también te vendrá bien instalar una ducha de exterior. Ducharte antes de entrar a la piscina es una estrategia de higiene que te ayudará a mantener el agua limpia y en perfecto estado. Sirve para retirar cremas y aceites corporales que puedan dejar residuos en el fondo de la piscina. También al salir es buena idea ducharse, para eliminar el cloro del pelo y la piel. 

Un consejo: acostúmbrate de ducharte antes de darte un chapuzón en la piscina y la calidad del agua se mantendrá durante más tiempo.

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© The Cabana Casuarina

¿Dónde coloco la ducha?

Antes de empezar a elegir el modelo que quieres instalar debes buscar el emplazamiento perfecto para ella. Tratar de encontrar un espacio accesible, mejor si tiene cierta privacidad, y que cuente con una toma de agua. Aunque esto es lo ideal, no siempre disponemos del rincón perfecto, lo que no implica tener que renunciar a la ducha al aire libre. En la imagen la han colocado en la propia fachada, en un lateral un tanto reservado. 

Si cuentas con piscina lo más adecuado es instalar la ducha cerca del agua, para ducharte antes y después del baño.

Atención: lo ideal es contar con un desagüe o sumidero para la ducha de exterior, especialmente si la vas a utilizar mucho. De esta forma se recoge el agua y se evita que se filtre al terreno.

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© West One Bathrooms

Tipos de duchas de exterior

Cuando vayas a elegir la ducha de exterior que mejor le va a tu espacio ten en cuenta que existen diferentes tipos, en función de su instalación. 

  • Duchas fijas: como las que se suelen instalar junto a la piscina. Son modelos que se colocan de forma definitiva, con un desagüe o sumidero para evacuar el agua sin deteriorar el terreno. Pueden ser sencillas, solo con agua fría, o más complejas, con agua caliente también. 
  • Duchas portátiles: una solución genial si no tienes posibilidad de hacer obra en las zonas de exterior de tu casa. Este tipo de duchas ofrecen un soporte en el que colocar una manguera que proporciona el agua, que sale por la alcachofa. Necesitas tener cerca una toma de agua o una manguera que la lleve hasta la ducha.
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© Adobe Stock

Pensadas para estar a la intemperie

Como la mayoría de los elementos del jardín, las duchas de exterior han de estar fabricadas para soportar los efectos de estar al aire libre, desde la lluvia hasta la radiación solar, y también los cambios de temperatura. No se estropean fácilmente, ya que están fabricadas con materiales resistentes como el acero inoxidable o metales con diferentes acabados (dorados, latón, hierro...) pero capaces de resistir la humedad y la corrosión sin deteriorarse. 

Las duchas de exterior suelen colocarse en soportes o paredes con revestimiento de madera, piedra, hormigón, etc. Lo esencial es que estas superficies estén tratadas para estar en el exterior, con protectores adecuados que es necesario renovar periódicamente. La elección del material influye directamente en el estilo del espacio.

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© Robert Young Architects

Madera, el toque cálido

Es uno de los materiales más decorativos para montar una ducha de exterior, ya que es natural, auténtica y cálida. Elige un revestimiento de madera para la pared en la que vas a colocar la ducha fija, teniendo en cuenta el color y la textura, y eligiendo el tipo de madera adecuado al exterior y al estilo del espacio. Según la madera que escojas podrás crear un aire rústico o contemporáneo. También puedes poner un suelo de teca antideslizante, un banco de madera como en la ducha de la imagen, que es una creación del estudio Robert Young Architects.

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© Studio William Hefner

Piedra, para un efecto rústico

¿Tienes una casa de campo y quieres instalar una ducha de exterior? Nada como elegir un modelo de aire rústico o industrial y colocarlo en el espacio adecuado. Lo importante en este caso es elegir piedra natural que no desentone con la arquitectura y el estilo de la vivienda. Elige piedras de cantera locales que aporten un aire muy auténtico y especial.

La ducha de la imagen es un diseño del estudio William Hefner. Es un modelo de hierro efecto oxidado. Está instalada sobre un revestimiento de piedra muy decorativo.

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© Adobe Stock

Agua caliente, ¿sí o no?

La duchas de exterior pueden ser sencillas, solo con agua fría, o más complejas como las que incluyen también agua caliente. Optar por unas u otras depende, sobre todo, de tus preferencias y de cómo y cuánto vayas a usar la ducha. Si solo la necesitas durante un tiempo en verano, un modelo que tenga solamente agua fría será suficiente. Si vas a usarla durante varios meses al año, o si vives en una zona de veranos muy frescos, entonces puede que te convenga elegir una ducha con agua caliente, que serán más confortables a la hora de usarlas.

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© Beliani

Duchas solares, las más sostenibles

¿Buscas una solución eficiente? Las duchas solares son para ti. Se trata de modelos de exterior que utilizan la energía solar para funcionar y calentar el agua. Muy sostenibles, son muy adecuadas para climas soleados. Llevan un colector o depósito de agua, que suele tener una capacidad de unos 15 litros. El agua tarda aproximadamente dos o tres horas en calentarse mediante la energía del sol. La ducha de la foto es el modelo Maracaibo de Beliani, con efecto lluvia. Hace gala de un diseño moderno y especial.

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© Original BTC

El mantenimiento adecuado

Si quieres que tu ducha se mantenga en perfecto estado durante muchos años es esencial que la cuides de la forma adecuada. No necesita mucho mantenimiento, pero sí ciertos cuidadosas atenciones sencillas. Cuando vayas a poner a punto la zona de exterior, o a recogerla para prepararla para el onvierno, ten en cuenta el mantenimiento de la ducha.

  • Lo primero de todo es asegurarte de que la instalación es correcta, para evitar averías y filtraciones de agua que pueden causar ciertos desastres. 
  • Es importante aplicar a los materiales los tratamientos protectores para exterior que necesitan, ya se trate de madera, de azulejos o piedra.
  • Si durante el invieno no vas a utilizar la ducha de exterior lo mejor es cerrar la llave de paso del agua y colocar una funda que la proteja de la lluvia.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.