El baño también habla de ti: 9 tendencias para hacerlo único

Atemporal y brillante: el baño que nunca pasa de moda

El estilo atemporal en el baño combina la sofisticación de lo clásico con las prestaciones más modernas, creando espacios que resisten el paso del tiempo sin perder actualidad. Líneas equilibradas, materiales nobles y soluciones funcionales conviven en armonía, sin caer en modas pasajeras. Es un estilo que apuesta por la durabilidad estética y técnica, con una mirada refinada y práctica.

En este baño pensado para compartir, dos lavamanos tipo bol de Banni se convierten en protagonistas, acompañados por espejos con iluminación integrada que aportan confort y estilo. Por su parte, el vistoso revestimiento en piedra ‘eleva’ la decoración a una categoría superior. Aquí se celebra el equilibrio entre tradición y modernidad, pensado para quienes valoran el diseño con carácter y funcionalidad.

Minimalismo con personalidad: así es el baño moderno

De líneas depuradas y estética contemporánea, los baños actuales revisitan tendencias anteriores ofreciendo más confort (¡y almacenaje!). Este baño incorpora dos lavamanos de sobreencimera sobre el mueble tipo pedestal ‘Totem’, de Decosan, un diseño vertical y esbelto, sostenido por un pilar central, que aporta ligereza visual y convierte el ambiente en un espacio sofisticado y práctico.

Este conjunto se remata con los lavabos teñidos en el mismo color que el mobiliario y la bañera exenta, un auténtico lujo para los sentidos.

Estilo industrial, baños con carácter único

El estilo industrial nace de la arquitectura de fábricas y almacenes, y se caracteriza por el uso de materiales desnudos como el metal, el hormigón y la madera envejecida. Funcionalidad, líneas rectas y una estética sin artificios definen esta tendencia que celebra lo imperfecto y lo auténtico.

Este baño ideado por el estudio Directora Creativa encarna la esencia del estilo industrial con una estética sobria y sofisticada. Las paredes de microcemento aportan una textura continua y un aire urbano, mientras que la mampara con cerramiento en negro añade fuerza visual y delimita el espacio con elegancia. Aunque el protagonista es el mueble volado, una pieza hecha a medida que combina metal negro y madera natural y tiene mucha fuerza visual.

Baños nórdicos: luz, calma y funcionalidad

El estilo nórdico en el baño se caracteriza por su apuesta por la luminosidad, la simplicidad funcional y el uso de materiales preferiblemente naturales, pero sin ostentaciones, como maderas y piedras.

Predominan los muebles suspendidos y los acabados mate (sin brillo), que ofrecen una estética limpia, ordenada y acogedora, pensada para crear ambientes relajantes y prácticos. En este contexto, la colección ‘Finesse’, de Ideal Standard, encaja a la perfección. Su diseño refinado, con tiradores empotrados y líneas suaves, aporta una elegancia discreta. El resultado es un espacio que armonizar con la filosofía escandinava: belleza funcional, sin excesos.

Baños que recuerdan otros tiempos

El estilo clásico en el baño es una declaración de elegancia. Apuesta por líneas más trabajadas, molduras, materiales nobles y detalles que evocan épocas pasadas sin perder vigencia. 

Aquí es muy propicio el arte del upcycling que transforma muebles y lavabos en piezas únicas con alma. Consolas, cómodas o mesas antiguas se reinventan como bajolavabos, aportando carácter y sostenibilidad. Incluso fregaderos de mármol rescatados de cocinas pueden convertirse en lavamanos sofisticados, creando composiciones que mezclan funcionalidad y belleza. Esta tendencia demuestra que lo reciclado puede ser más valioso que lo nuevo.

En este ambiente, en una suite de La Vella Farga, la protagonista es una bañera con patas, de la firma Porcelanosa, que nos transporta a otros tiempos que debemos rescatar, donde el baño era un ritual pausado y refinado. De aire nostálgico, su silueta curvada y presencia escultórica aportan carácter y romanticismo al espacio. Sin duda, reivindicar lo clásico es celebrar la belleza de lo duradero y bien hecho.

El baño como joya: elegancia ‘art déco’

Un baño de aire art déco es sinónimo de sofisticación y geometría refinada. En él dialogan líneas simétricas, materiales nobles y detalles metálicos que evocan el glamur de épocas pasadas. El brillo, el contraste y la elegancia son claves en este estilo que convierte el baño en una joya arquitectónica.

En esta propuesta, el azulejo brillante aporta luz y dinamismo, mientras que el bajolavabo de Tikamoon (modelo ‘Ismaël’), introduce la calidez de la madera sin renunciar a la funcionalidad. Fabricado en palisandro, destaca por su veteado gráfico y su resistencia natural a la humedad. 

‘Raw’: el baño se rinde a la belleza de lo imperfecto

La tendencia raw transforma el baño en un refugio sensorial donde la naturaleza se expresa sin filtros. Este estilo apuesta por materiales en su estado más puro (madera con sellos forestales, piedra, fibras vegetales, azulejos artesanales) y acabados que invitan al tacto y a la contemplación. En este contexto, cada elemento decorativo tiene alma: se valora lo artesanal, lo imperfecto, lo que transmite historia y autenticidad. Y también es clave apostar por la sostenibilidad.

En este baño, la escalera portatoallas de bambú de House Doctor (de venta en Estilo Nórdico) añade un toque cálido y funcional. Hecha a mano, su acabado orgánico refuerza el espíritu raw del espacio.

El baño como ritual: diseño sensorial y orgánico

A nadie se le escapa la influencia de la neuroarquitectura definiendo ambientes de líneas orgánicas y diseño biofílico, generando un enorme bienestar a los usuarios. Así ha ideado Pilsferrer Estudio este ambiente para la firma Strohm Teka, en la última edición de Casa Decor. Esta auténtica sala de baño celebra la fluidez, la calma y el bienestar para potenciar una atmósfera sumamente sensorial. La estancia, inspirada en la forma del agua, combina materiales naturales como madera, piedra y textiles ligeros, para crear un entorno cálido y envolvente. Las líneas curvas, la grifería tubular en níquel cepillado y los volúmenes suaves evocan una estética atemporal, donde cada elemento tiene propósito.

Más que de un baño estamos hablando de un refugio emocional, un lugar para el autocuidado, donde tradición e innovación se abrazan en armonía.

El arte de arriesgar con estilo

En este baño, que firma Albert Ramoneda, el interiorismo se construye a partir del diseño geométrico del papel pintado, de la firma francesa Casamance, cuyas formas orgánicas y tonos cálidos, pero atrevidos, convierten el espacio en una experiencia visual sofisticada y lúdica. La geometría no solo decora, sino que estructura la atmósfera.

Aquí se respira un ambiente ecléctico que mezcla con acierto estilos. El mobiliario suspendido, de Codis, realizado en roble de tono ligeramente más oscuro que el natural, aporta ligereza y nobleza, mientras que el mármol introduce profundidad y textura. Como contrapunto, el lavabo cerámico esmaltado en burdeos, de Nic, y las griferías doradas, de Rovira, evocan el clasicismo, reinterpretado con una mirada contemporánea.

Cada pieza en este aseo de cortesía, que bien podría ser un baño principal, ha sido elegida para dialogar con el resto, sin estridencias, en un equilibrio sereno entre carácter y funcionalidad.