Cinta o malamadre Chlorophytum Comosum© Adobe Stock

Plantas de interior

Así es la planta malamadre: de rápido crecimiento, fácil de cuidar y perfecta para principiantes

¿Quieres iniciarte en el maravilloso mundo de las plantas de interior y necesitas una especie bonita y fácil de cultivar? ¡La cinta o malamadre es tu planta! Bella, resistente y nada exigente en sus cuidados, te ayudará a poner una nota verde y natural en tu salón. Y, además, purifica el aire. ¿Se puede pedir más?


11 de julio de 2025 - 18:00 CEST

Conocida también como cinta o lazo de amor, la planta malamadre es todo un hallazgo, aunque lleva décadas decorando los hogares españoles. De hecho, seguramente la has visto en casa de tu madre o de tu abuela, ya que es una planta de interior de lo más común. 

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La cinta lo tiene todo para triunfar: además de ser muy decorativa, es perfecta para jardineros inexpertos porque los cuidados que necesita son sencillos. ¿Te animas a poner una malamadre en tu vida?

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Planta malamadre colgante© Adobe Stock

La planta todoterreno más versátil

Cultivar una cinta o malamadre (Chlorophytum comosum) en casa es ir sobre seguro, ya que es capaz de aguantarlo todo, incluso los errores de principiante. Esta planta originaria de Sudáfrica de tamaño pequeño o mediano es muy decorativa gracias a sus hojas largas, estrechas y planas que parecen cintas (de ahí su nombre). Sorprenden sus colores, que adquieren matices variegados verdes, blancos, crema o amarillo en función de la variedad. 

Como sus hojas largas caen hacia abajo, es perfecta como planta colgante. Colócala en un macetero suspendido del techo o en los estantes más altos de un mueble. ¡Quedará genial!  Por otro lado, a la malamadre le nacen hijuelos al final de algunas de sus hojas, de forma que parece que quedan separados de la planta, como si estuvieran lejos de ella, y de ahí viene su nombre ‘malamadre’.

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Descubre las variedades que puedes cultivar

Aunque similares en cuanto a su porte y follaje y también en cuanto a sus cuidados, existen diversas variedades de la cinta o malamadre. Estas son las más conocidas y las que se suelen cultivar como planta de interior. 

  • Chlorophytum comosum Variegatum: una cinta de hojas largas y verdes en el centro y con bordes finos de color blanco. 
  • Chlorophytum comosum Vittatum: se trata de una variedad de crecimiento lento, con hojas de color verde que presentan amplias franjas crema. 
  • Chlorophytum comosum Luteum: las hojas de esta cinta tienen los bordes amarillos. 
  • Chlorophytum comosum Lanigerum: de hojas más pequeñas, no tan largas, cubiertas de una especie de pelusilla.
  • Chlorophytum laxum Zebra: se trata de una variedad de rápido crecimiento. Los bordes de sus hojas son amarillos y se van volviendo blancos con el tiempo.
  • Chlorophytum comosum ‘Green’: una cinta con hojas de un solo color. Son de un verde intenso.
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Elígela para purificar el aire

Seguramente has oído en alguna ocasión que existen algunas variedades de plantas capaces de limpiar el aire que respiramos de sustancias tóxicas o perjudiciales. En 1989 la Agencia Espacial Americana, la NASA, realizó un estudio en el que recogía una lista de plantas que eliminaban sustancias contaminantes como el benceno, el tolueno, el formaldehído y el tricloroetileno. Posteriormente, este estudio se ha visto corroborado por otros análisis realizados a lo largo del tiempo. 

La cinta o malamadre (Chlorophytum comosum) formaba parte de la lista de la NASA, ya que es capaz de eliminar formaldehído del ambiente, además de transformar el dióxido de carbono del aire en oxígeno como hacen todas las plantas mediante la fotosíntesis. Aunque solo sea por esto, ya merece la pena cultivar la cinta en casa.

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El emplazamiento perfecto

Uno de los consejos que nos suelen dar los expertos para mantener saludables nuestras plantas de interior, además del de no pasarnos con el riego, es que no conviene cambiar las macetas de lugar cada dos por tres. Por eso es importante pensar en cuál será el mejor lugar para la cinta o malamadre en nuestra casa y no moverla para que pueda adaptarse cuando antes a su nueva ubicación. 

A esta planta le gustará estar en un espacio luminoso, ya que necesita bastante luz para desarrollarse, aunque es mejor que sea indirecta. Por eso no conviene ponerla cerca de una ventana para que no le lleguen los rayos del sol de forma directa y no se quemen sus hojas.

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Ama los ambientes templados

Si hay una palabra que podemos asociar con la cinta o malamadre es, sin duda, resiliencia. Nos encanta esa cualidad que tiene esta planta para adaptarse a casi cualquier entorno, clima y espacio... aunque con ciertos matices. Eso se refleja también en la temperatura que la malamadre puede soportar. Aunque ama los ambientes templados y su entorno ideal estará entre los 18 y 25º C, la cinta aguanta bien el frío hasta 0ºC. Hay que tener cuidado con las heladas extremas y las temperaturas bajo cero, pero si la cultivas en el interior de casa esto ya no sería un problema.

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Aprende a regar tu malamadre... y crecerá feliz

El riego es uno de los cuidados más difíciles a la hora de cultivar plantas de interior. En la mayoría de las ocasiones no es fácil saber cuánto agua necesita cada planta. Tendemos a agobiarnos por miedo a que pasen sed y acabamos por regarlas demasiado. Por eso es esencial aprender a regar la cinta para poder proporcionarle la humedad que requiere sin anegarla. 

La cinta necesita un riego moderado y regular. Vigila el sustrato y aporta agua solamente cuando lo notes totalmente seco. En verano tendrás que regar entre 2 y 3 veces a la semana, y en invierno un solo aporte de agua semanal. A la malamadre le gusta la humedad ambiental, por lo que es buena idea pulverizarla con cierta frecuencia para contrarrestar la sequedad del ambiente producida por la calefacción en invierno y por las altas temperaturas en verano. Otra idea es poner cerca de la planta un humidificador.

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Abono y trasplante, dos cuidados esenciales

En determinados periodos del año, en especial durante su etapa de crecimiento en primavera y verano, la cinta o malamadre necesita un aporte de energía. Una buena forma de proporcionárselo es mediante un abono específico para plantas verdes: disuelve un abono líquido en el agua de riego siguiendo la dosis recomendada por el fabricante. Hazlo cada dos semanas, desde comienzos de la primavera hasta el otoño y tu planta estará fuerte y vigorosa.  

Otro de los cuidados que debes tener en cuenta tiene que ver con la maceta en la que cultivas la malamadre. Cuando veas que las raíces asoman por los agujeros de drenaje, es el momento de trasplantar. La mejor época para hacerlo es durante la primavera o el verano, ya que no hace frío y la planta sufrirá menos. Busca una maceta mayor y renueva el sustrato añadiendo un poco de perlita para mejorar el drenaje. Ya solo tienes que cambiar la planta teniendo cuidado de no dañar el sistema radicular. Riega tu malamadre y pronto estará totalmente adaptada a su nueva maceta.

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El cuarto de baño, un buen sitio para tu cinta

Aunque se adaptará bien a cualquier espacio de la casa, la cinta o malamadre es una planta ideal para decorar el baño, ya que ama los entornos cálidos y húmedos. Por eso si tu cuarto de baño tiene ventana (lo que garantizará que la cinta disfrute de la luz natural que necesita), puede convertirse en el lugar perfecto para estas plantas. Además de la Chlorophytum comosum, puedes apostar por poner otras especies vegetales en el baño como los helechos, el espatifilo o el ficus. Una forma genial de crear un pequeño vergel en este espacio de la casa y poner un toque fresco y superdecorativo.

 

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¿Sabes cómo reproducir la malamadre?

Otro de los alicientes que nos convencen a la hora de cultivar la cinta es la sencilla manera en la que podremos reproducirla, mediante sus propios hijuelos. ¿Te encanta tu malamadre y quieres tener más ejemplares? Solo tienes que cortar algún hijuelo o cogollo y ponerlo en un recipiente con agua. Espera unos días hasta que eche raíces antes de plantarlo en una maceta con un sustrato adecuado. También se puede plantar directamente en un contenedor con tierra, regar y colocar en un rincón luminoso.  

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Plagas y enfermedades

Aunque no es especialmente sensible al ataque de las plagas, esta planta podría verse afectada por la cochinilla y el pulgón, por lo que conviene vigilar sus tallos y hojas para detectar la presencia de estos insectos dañinos cuanto antes para poder tratarla con un insecticida adecuado. La araña roja también puede atacar a la malamadre. Cuando esto sucede, las hojas se vuelven de un color gris mate. En cuanto adviertas la presencia de esta plaga, retira los insectos con un algodón impregnado el alcohol y trata la planta con un acaricida. Es conveniente pulverizar tu cinta para evitar la sequedad que propicia la aparición de la araña roja.

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