De jardín aburrido a paraíso nocturno: 10 ideas para transformar tu jardín
Apunta estas ideas de iluminación para que tu espacio exterior, además de verse espectacular, invite a disfrutarlo hasta el último momento del día (o de la noche)
En cuanto el sol se despide y el calor se relaja, tu jardín se convierte en ese rincón irresistible donde todo apetece mucho más: las cenas se alargan, las charlas y risas bajo las estrellas… Porque las noches de verano tienen algo especial y, no hay duda de que, con una buena iluminación, cualquier espacio exterior se convierte en el escenario perfecto para veladas que se disfrutan sin prisas.
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Y no nos referimos solo a ver por dónde se pisa: hablamos de crear una atmósfera envolvente y acogedora. De saber elegir entre decorativas guirnaldas, discretas balizas, farolillos de ratán, lámparas de sobremesa o luminarias sobre la mesa de comedor. Así que atenta porque en este artículo te contamos cómo diseñar un sistema de iluminación exterior eficiente y práctico: qué tipo de luces elegir, cómo distribuirlas, qué errores evitar y qué trucos usar para lograr ese "efecto wow" sin complicarte la vida.
Lámparas portátiles: libertad total y calidez garantizada
Cuando cae la noche y se sirve la cena al aire libre, la iluminación del comedor de veranose convierte en protagonista. Una forma versátil y muy estética de conseguirlo es con lámparas portátiles como la versión inalámbrica de LAMPAN de IKEA. Su ventaja es doble: puedes moverlas fácilmente donde las necesites y regular tanto la intensidad como el color de la luz. Colócalas en grupo sobre la mesa o distribúyelas a lo largo para crear una composición equilibrada.
Apliques de pared para una luz funcional… ¡con mucho estilo!
Los apliques son un recurso elegante y práctico para iluminar zonas clave sin ocupar espacio. El modelo Magna de la firma Luxxu aúna un diseño de líneas geométricas modernas con estructura de latón y mármol de Ibiza. Comola luz se proyecta de forma vertical, hacia arriba y hacia abajo, se crea un haz delicado que baña la pared y genera una iluminación ambiental suave, perfecta para potenciar esa atmósfera relajada y sofisticada que buscamos en las noches de verano.
Pocas cosas dicen "verano" como una guirnalda de bombillas suspendida sobre la mesa de comedor. Además de iluminar, decoran y definen el ambiente sin necesidad de estructuras complejas. Puedes colgarlas entre árboles como se ha hecho en este ambiente, decorado con muebles de la marca House Doctor, o sujetarlas de un extremo a otro de una pérgola. Lo ideal es que recorran visualmente el perímetro del comedor o la zona chill out, acompañando la forma del espacio. Opta por modelos con luz cálida para no romper la atmósfera, y si la terraza lo permite, combínalas con otras fuentes de luz para reforzar zonas como caminos o la entrada a tu casa.
En el jardín o la terraza, no todo gira en torno a la mesa. También hay rincones de descanso que merecen su propia iluminación, y para eso las lámparas de pie son una solución muy decorativa. Colócalas en puntos estratégicos: junto a un sofá exterior, en una esquina del chill out… y elige modelos con pantallas de fibra, luz cálida y bases estables. Un consejo: evita diseños demasiado altos o con luz blanca intensa que rompan la atmósfera.
Si además necesitas reforzar la iluminación ambiental o mejorar la circulación entre zonas, las balizas son el complemento perfecto. Discretas, funcionales y con un efecto muy decorativo (si se colocan bien) son ideales para marcar caminos. Queda de maravilla combinar modelos de distintas alturas como nos propone en este caso la firma Juliettes Interiors con este juego de faroles LED, sin cables y disponibles en tres alturas diferentes: 28, 43 y 73 cm.
No basta con que sean bonitas (que también): lo importante es acertar a la hora de repartirlas por tu terraza o jardín. Vienen muy bien en las mesas auxiliares del saloncito de verano, en repisas o incluso en el suelo, junto a unos cojines o pufs. Lo ideal es que su distribución cree una iluminación envolvente y por capas, sin concentrar toda la luz en un único punto ni dejar zonas demasiado oscuras.
¿Deben ser todas iguales? No necesariamente. Puedes optar por el mismo modelo si quieres un efecto más armónico y ordenado o jugar con distintos diseños para un resultado más dinámico y desenfadado. En este caso, se trata de la lámpara Walter de Westwing, con regulador LED y disponible en cinco colores diferentes, para que mezcles sin miedo.
Nada aporta una sensación más envolvente que el parpadeo natural de las velas. Son ideales como centro de mesa –y si no, fíjate lo bien que quedan en este comedor, decorado con muebles de La Redoute Interiéus– o agrupadas en distintos niveles dentro de portavelas de cristal o metal. Son geniales para acompañar a otras fuentes de luz indirecta y dar ese toque final al conjunto.
Si prefieres evitar fuego real pero no quieres renunciar a ese efecto acogedor, opta por velas LED. Hoy en día hay modelos con llama oscilante, recargables y con luz cálida casi idéntica a la real. Son perfectas para terrazas con niños, eventos largos o espacios donde el viento juega en contra. Puedes colocarlas dentro de portavelas o en frascos de cristal para lograr ese look artesanal y bohemio que tanto se lleva, como se ha hecho en este caso, con luces de la firma Lights4fun.
Colocar una o varias lámparas de techo sobre la mesa del comedor exterior ayuda a definir el espacio y a crear un punto focal muy atractivo. Las de fibra natural (ratán, mimbre, bambú o yute, como estas de Maisons du Monde) son especialmente recomendables: tamizan la luz con suavidad, proyectan sombras decorativas y aportan un aire fresco, natural y muy mediterráneo. Opta por bombillas LED cálidas, y si son regulables, mejor aún: así puedes adaptar la intensidad según el momento.
Una vuelta de tuerca a las clásicas guirnaldas son los modelos con pantallas de fibras naturales (este es de Madam Stoltz).No solo iluminan, sino que ponen un toque artesanal muy en tendencia. Más que para delimitar o marcar recorridos, funcionan mejor como elemento decorativo en espacios cubiertos, como un comedor bajo techo o una zona de estar bajo una pérgola. Su diseño y materiales invitan a usarlas como un recurso visual potente, no tanto funcional. Eso sí, asegúrate de que estén protegidas de la intemperie, ya que las fibras vegetales no resisten bien la humedad directa ni el sol constante.
Esa es la clave de una buena iluminación. No te quedes solo en la mesa de comedor: marca caminos con balizas bajas o luces solares, realza una planta protagonista con un foco, coloca faroles en la zona de la piscina o pon una lámpara de mesa portátil junto a una tumbona. Inspírate en este salón de verano, decorado con muebles y lámparas de Leroy Merlin, y juega con luces puntuales y suaves para que el espacio gane profundidad, sea más cómodo y mucho más vistoso.