Cocina blanca con suelo de mosaico© Transformad

Cocinas

¿Tienes una cocina blanca? Estos 10 suelos le van como anillo al dedo

El suelo tiene más poder del que crees: puede definir el estilo, aportar ritmo o ser el hilo conductor que une todo el espacio. Inspírate en estas propuestas para darle el protagonismo que merece.


24 de junio de 2025 - 12:00 CEST

Que una cocina con muebles blancos es un acierto, eso lo sabemos todos. Son espacios luminosos, limpios, atemporales y muy versátiles. El blanco combina con casi todo… pero ese "todo" no debería elegirse al azar. Especialmente cuando hablamos del suelo.

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Puedes tener unos armarios de revista y una encimera impecable, pero si el pavimento no acompaña, el conjunto pierde impacto. Y no, no hace falta recurrir a colores intensos para que una cocina blanca tenga presencia. A veces basta con texturas, patrones discretos o incluso otro tono de blanco bien elegido. Lo esencial es entender que una cocina se diseña en conjunto para que muebles, encimera y revestimientos encajen como las piezas de un puzle. Y entre todos esos elementos, el suelo tiene un papel clave: puede aportar calidez, continuidad visual, zonificar sin barreras o romper con la neutralidad sin estridencias. Por eso, te traemos 10 propuestas que van de maravilla con muebles blancos y que transformarán tu cocina en un espacio lleno de estilo y personalidad.

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Cocina blanca con suelo de madera© Conforama

Calidez asegurada

Colocar un suelo de maderao de un material que lo imite, en una cocina blanca es una manera eficaz de aportar calidez y equilibrio al espacio. Y si no, fíjate en esta propuesta de Conforama, con armarios Fjord Laca Mate y encimera en Travertino Gris. Además, si el resto de la casa ya cuenta con parqué o tarima, ayuda a crear una continuidad visual muy valiosa, sobre todo cuando la cocina está abierta al resto de la casa. Sabemos que la idea de usar madera natural en esta zona genera muchas dudas por temas como la humedad, las manchas o el desgaste. Pero por suerte, hoy existen alternativas muy fiables: los suelos porcelánicos con efecto madera. Reproducen con gran realismo vetas, texturas y tonalidades, y ofrecen una resistencia óptima para el uso diario.

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© Paloma Pacheco Turnes

Cuando el blanco se combina con muebles de madera

Ahora que se lleva tanto decorar la cocina con armarios en dos colores o acabados diferentessi decides alternar el blanco con un frente en madera de roble o nogal –como en esta propuesta de Cocinas Río–, elegir un pavimento claro es una fórmula genial, ya no solo para potenciar la luz natural, sino también para unificar el conjunto sin restar calidez.

El truco para que no resulte frío o impersonal está en equilibrar las texturas: si el mobiliario blanco es liso y minimalista, puedes apostar por un suelo con ligera textura o una cerámica tipo cemento. Si la madera ya aporta suficiente carácter, un porcelánico uniforme será más que suficiente para cerrar el conjunto con armonía.

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© Schmidt

Alfombra cerámica

¿Y si combinas lo mejor de los dos mundos? Imagina un suelo de madera (natural o laminado) y, justo en la zona de la isla, una "alfombra" cerámica: un recorte en porcelánico que resista salpicaduras, vaivenes de aceite y demás aventuras culinarias.

Además de práctico, el recurso es de lo más decorativo. Puedes jugar con un patrón que contraste sutilmente y coordinarlo con algún detalle más potente, como toques negros en pared, textiles o muebles auxiliares. Justo lo que se ha hecho en esta cocina, surgida de la colaboración entre Schmidt y Christian Lacroix Maison. Blanca con zonas bien delimitadas, personalidad y cero rigidez.

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© Paloma Pacheco Turnes

El blanco también se matiza

Y la prueba la tienes en este proyecto de Alberto Aranda.  Un suelo en tono crema o beis muy clarito puede funcionar como puente perfecto entre los muebles blancos y la encimera. No es un "total look", porque hay matices, pero sí mantiene la sensación de amplitud, orden y luminosidad. Una elección cromática –ligera pero no fría, neutra pero con carácter– que resulta especialmente efectiva si lo que buscas es una cocina con un aire sereno, elegante y equilibrado. Una atmósfera casi etérea, que huye del efecto aséptico y aporta bienestar desde la sutileza.

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© Mobalco

Negro bajo control

El binomio blanco y negro es un clásico atemporalpero no a todo el mundo le convencen los contrastes tan marcados. ¿La clave para equilibrarlo sin perder fuerza visual? Apostar por un patrón decorativo que aporte dinamismo y complejidad, como el diseño geométrico realizado con lamas o tablillas del suelo de esta cocina de Mobalco. Es cierto que no suaviza el contraste, pero lo enriquece, le da profundidad y suma interés visual. Así que, yasabes: si quieres una cocina con mucha personalidad, rotunda pero sin caer en lo excesivo, esta combinación es la tuya.

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© Montse Garriga

Hexágonos en dos tonos

Y es que los contrastes no tienen por qué que ser rotundos. En este proyecto de Luzio Studio, con mobiliario de Gud, se ha buscado una transición sutil entre el blanco y negro de los muebles y un suelo con más presencia. ¿La clave? Baldosas cerámicas hexagonales en los tonos de la decoración, dispuestas de forma alterna. El patrón recuerda a un damero, pero actualizado gracias al diseño de las piezas, que suaviza el efecto óptico y aporta un aire contemporáneo. Ese juego de formas y tonos funciona porque no busca destacar por separado, sino integrarse, y además, la geometría del pavimento se rompe con la linealidad de los muebles. 

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© IKEA

El encanto del terrazo

El terrazo, o los porcelánicos que imitan su aspecto, ha vuelto con fuerza. Pero tranquila, porque no es necesario optar por diseños cargados: una base neutra salpicada de motas en tonos suaves puede ser justo lo que una cocina blanca necesita para ganar carácter y profundidad visual.

Este tipo de pavimento introduce ritmo, calidez y un aire desenfadado que aligera la sobriedad del mobiliario blanco. Y lo mejor: al tener un dibujo irregular, ayuda a que no se note tanto la suciedad del día a día y da vidilla al espacio sin que parezca recargado.

Encaja especialmente bien en cocinas pequeñas o con una línea de muebles sencilla, como la colección KNOXHULT de IKEA, que en este caso también se ha animado con el color de las paredes, en verde y amarillo.

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© Transformad

Suelos hidráulicos en clave contemporánea

Recuperar un suelo hidráulico original en una reforma es una forma efectiva de sumar carácter y personalidad a un espacio. Sus dibujos artesanales y el desgaste natural del tiempo añaden textura, color y una identidad difícil de replicar. Por eso, lo ideal es acompañarlo de muebles sencillos y acabados neutros. Para este proyecto se ha elegido la colección Tmatt, de la firma Transformad, en color Artico mate.

A nivel práctico, hay que asegurarse de que esté bien sellado. Es un material poroso, y sin protección puede absorber manchas. Limpiarlo con productos neutros y aplicar cera periódicamente alarga su vida útil y mantiene su aspecto en buenas condiciones.

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© Jordi Canosa

¿Y qué tipo de mosaico encaja mejor con una cocina blanca? 

En realidad eso depende del estilo que busques. Para una decoración rústica o mediterránealos diseños tradicionales en tonos tierra, azul o verde envejecido funcionan especialmente bien. Si prefieres un look más actual, encontrarás patrones geométricos en infinidad de paletas cromáticas diferentes que le irán de maravilla. Incluso hay combinaciones más suaves, como beis o piedra, que mantienen la riqueza visual del hidráulico pero con un acabado más discreto y contemporáneo. En este proyecto de Pia Capdevila, el suelo es de baldosas hidráulicas pigmentadas, de Pinar Miró, y la cocina, de Santos.

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© Alberto Amores Montiel

Gres extrusionado

Se trata de un material cerámico resistente, con baja absorción de agua y una precisión que asegura un acabado perfecto. Por eso es ideal para suelos de cocina, donde el uso es intenso y la durabilidad no puede fallar. Los acabados tipo barro como este de Gres Aragón, son geniales para poner un punto campestre (y ya puestas, dar calidez) a una cocina blanca. Aunque eso sí, no siempre son tan rústicos: también hay diseños que encaja a la perfección con estilos contemporáneos, minimalistas y urbanos.

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