Espacios abiertos, luminosos y acogedores, configuran una distribución a medida, cómoda y funcional, capaz de albergar a una pareja con un hijo, primero, y a una gran familia con cuatro hijos, después. Una arquitectura pensada y diseñada para las personas que van a vivir en ella y que, sin duda, pone la mirada en el futuro y en su propio estilo de vida.
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Visión de futuro
Así, se gestó este proyecto, realizado por el estudio de arquitectura Ábaton y, así, se llevó a cabo, después, cuando hubo que retocar y ampliar la casa, por la llegada de nuevos miembros a la familia. Este anticiparse a los acontecimientos, posibilitó la ampliación de los metros de la vivienda, sin perder su identidad original.
Mirando al jardín
Situada en las afueras de Madrid, el exterior es parte de esta vivienda, que abre sus puertas y ventanas al jardín, permitiendo que se cuele dentro y que ayude, con su luz y amplitud, a moldear los espacios. “Es una casa abierta. Así, tanto el salón como la cocina tienen vistas al jardín, pero se ha diseñado de manera que mantenga la privacidad con los vecinos. La piscina, por ejemplo, se ubica al final, a un nivel distinto, lo que evita miradas indiscretas”, puntualizan desde Ábaton.
Rodeada de plantas y de una vegetación exuberante y frondosa, el exterior se ha concebido como una estancia más de la casa. Por este motivo, cuenta con un acogedor estar (diseñado por Batavia), donde disfrutar de agradables veladas familiares o con amigos en los cálidos días veraniegos.
A imagen y semejanza
Como si usasen una varita mágica, este estudio de arquitectura fue capaz de ‘sumar’ metros de forma natural, logrando su integración y fusión con el proyecto original. Se rediseñó la planta superior, ampliándose las tres habitaciones y los dos cuartos de baño, gracias a una extensión de lo que antes era una gran terraza.
Todo se amoldó a la forma de vida de los propietarios y a sus necesidades, por lo que su participación fue clave durante el proceso. Se trataba de dar ‘voz’ a sus ideas y materializarlas de la mejor manera posible, para que fuese la casa en la que querían vivir.
Interiores cálidos y acogedores
La madera, con permiso del resto de materiales empleados, es, quizás, el componente que da ‘calor’ a esta caja neutra, donde los colores claros amplían visualmente los metros de las estancias y multiplican la luminosidad de las mismas. Batavia es la responsable del interiorismo de esta vivienda, donde, a pesar de la frialdad del blanco, se respira calidez y sensación de hogar. Además, la mayoría de las grandes piezas, como la gran mesa del comedor o de la cocina, se han realizado en madera natural, transmitiendo calidez y confort.
Como acompañante del blanco, las pinceladas de color azul de los cojines o del sofá del dormitorio imprimen un toque alegre y lleno de vida a los espacios, configurando atmósferas vitalistas y atemporales, que no pasan de moda y se amoldan a un estilo de vida actual.