Una de las primeras cosas que se nos ocurren a buen seguro si tenemos invitados es encargar comida para llevar o realizar algún plato típico que ya hayamos cocinado mil veces y que, seguramente, nuestros invitados ya habrán degustado en alguna ocasión.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Pero, si lo que quieres es sorprender a tus invitados y dejarles con la boca abierta y con ganas de repetir, lo mejor será preparar esta sencilla receta: un rico pollo al ajillo con salsa de soja que seguro que a todos cautivará.
¿Qué ingredientes necesitamos?
- Pollo entero troceado en trozos pequeños para facilitar su elaboración
- Aceite de oliva
- 200 ml de brandy o licor (aproximadamente un vaso)
- Seis dientes de ajo
- Perejil
- Una cucharada sopera de miel
- Dos cucharadas sopera de salsa de soja
- Pimienta y sal
Preparación
El proceso de elaboración del pollo al ajillo con salsa de soja es muy sencillo a la vez que rápido, y solo hay que seguir algunos pasos que mostramos a continuación. Para empezar, lo primero que debes hacer es pelar los seis dientes de ajo y meterlos en un vaso de batidora manual o eléctrica (esto es a gusto del consumidor).
En ese mismo momento, cuando hayas pelado y añadido los ajos, también añadirás los 200 ml de brandy o licor que has separado en un vaso previamente, añadiéndole también la cucharada sopera de miel y las dos cucharadas soperas de salsa de soja.
Cuando tengas todo esto en el vaso de batidora, añade un poco de agua para facilitar el trabajo y bate todo hasta que quede bien triturado con una mezcla más o menos homogénea, que debes reservar mientras continúas con el resto del proceso de elaboración de tu plato estrella.
Una vez que hayas terminado de triturar todos estos ingredientes y los hayas reservado, pasa a cocinar el pollo. Para ello, pon el pollo previamente troceado en pequeños trozos en una cazuela con un chorrito de aceite de oliva. Lo salpientas y lo dejas cocinar a fuego lento hasta que se haga por todos lados y quede un color más o menos dorado (puedes cocinarlo más o menos, al punto que tú elijas).
Cuando el pollo esté listo, añade la mezcla que hayas triturado a la cazuela y la juntas bien con el pollo para que pueda unificar bien el sabor. Remueve continuamente hasta que todos los ingredientes se mezclen a la perfección, dejando reducir un poco la salsa.
Cuando compruebes que está a tu gusto y en su punto, lo apartas del fuego y lo pones en una fuente, añadiendo un poco más de perejil para la decoración de tu plato, ¡y ya estará listo para servir!