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¿Por qué no aprovechar la temporada en casa para transformar tu dieta y, así, mejorar tu salud y tu cuerpo? La dietista y experta en belleza holística Beatriz Larrea nos explica que el principal fallo cuando queremos cuidarnos y perder peso es hacer un régimen restrictivo. En su opinión, que coincide con la de la mayoría de expertos, es más importante incorporar hábitos saludables, que pueden comenzar con estos tres pequeños cambios que recomienda.

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1. Reemplaza los cereales refinados por los integrales

"No elimines alimentos, sustitúyelos por su versión sana", aconseja. Esto significa, por ejemplo, cambiar el arroz blanco por el integral, el pan de trigo por el de espelta 100%, o la pasta normal por aquella de trigo sarraceno. También se puede ampliar a otros alimentos y cambiar los zumos de frutos por la pieza entera, los refrescos por las infusiones frías...

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2. Toma proteína vegetal

Hay vida más allá de la proteína animal... y descubrirla puede ser incluso divertido. Legumbres, quinoa, tofú o seitán son algunas opciones con las que puedes equilibrar tu consumo de carne y pescado. "Si vas a cenar pescado, en vez de comer carne puedes preparar una ensalada de garbanzos, con espinaca, queso feta, tomate seco, cebolla morada, aguacate y aderezo de limón, aceite de oliva y vinagre de manzana o balsámico", aconseja Beatriz Larrea.

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3. Piensa tu menú a partir de las verduras

"La base de la alimentacion deben de ser las verduras. Al preparar la comida, piensa primero qué verduras vas a tomar y con qué las acompañarás, no al revés". De esta forma, convertirás los vegetales en los protagonistas de tus platos, con el gran aporte de micronutrientes que eso implica.

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La importancia de ser flexible

Una dieta sana no solo debe ser equilibrada, completa y suficiente... también tiene que ser flexible. ¿Qué significa? Que si un día concreto (no como regla general) te apetece tomar un croissant, una pizza o un helado, cómetelo y no te atormentes por ello. "Si me viene una persona y me dice que toma un batido verde una vez a la semana, le diré que eso no va a suponer ninguna diferencia, la verdad. Si haces ejercicio una vez a la semana, tampoco. Lo mismo sucede con comer una pizza una vez a la semana o unas galletas de vez en cuando. No es lo que haces una o dos veces a la semana, es lo que haces casi todos los días, tus hábitos son los que harán la diferencia", explica Beatriz.

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