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Es la actriz del momento. Tras seis años apartada de Hollywood, una decisión que tomó después de que su impactante cambio físico se convirtiera en el foco mediático, Renée Zellweger regresaba al cine en 2016 dando vida, por tercera vez, a la inolvidable Bridget Jones. Tres años después y varias producciones por el camino, la texana no solo ha recuperado su trono entre las preferidas del público, sino que se ha ganado -con un solo papel, el de Judy Garland- el gran reconocimiento que avalan los cuatro premios más importantes de la industria cinematográfica. A sus BAFTA, Globo de Oro y Premio del Sindicato de Actores, este domingo sumaba el codiciado Oscar a mejor actriz.

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Su trabajo en Judy requirió una preparación intensiva a nivel vocal e interpretativo -aunque ella ha contado, divertida, que ensayaba en los atascos de la autopista-. "Es el papel más desafiante y terrorífico que he hecho", dijo la actriz. Pero a juzgar por los éxitos de los últimos meses, el esfuerzo ha merecido la pena. El buen momento profesional que está atravesando se refleja también en su físico. A sus 50 años, Renée Zellweger, que siempre ha practicado mucho deporte, está en plena forma, como demostraba el favorecedor vestido de pailletes blancos de Armani Prive que llevó en la gala de los Oscar.

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Como ya se vio en los Globos de Oro, hay una parte de su cuerpo que llama especialmente la atención: sus brazos delgados y definidos, un objetivo bastante complicado de mantener con el paso del tiempo. “Son una zona en la que a partir de cierta edad disminuye la masa muscular, aumenta el tejido graso y pierde elasticidad de la piel" explicaba a HOLA.com Concha M. Noarbefitness manager de Caroli Health Club.

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Sin embargo, Renée Zellweger es la prueba de que sí es posible conseguirlo, algo que también demostró la reina Letizia. Aunque , ambas mujeres comparten varios de sus deportes favoritos: running, natación... y yoga, una disciplicina que puede ayudar mucho más de lo que imaginas para tener unos brazos bonitos.

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Mientras salir a correr o nadar ayudan a quemar grasa y mantener un peso saludable, el yoga añade su poder de tonificar, con lo cual esta combinación de doña Letizia y Renne Zellweger es muy efectiva para tener unos brazos bonitos. Si tu meta también es esa, prueba algunas de las posturas de yoga que más trabajan hombros, bíceps y tríceps:

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'Phalakasana' o postura de la plancha

Este clásico del fitness -que además de hombros y brazos, tonifica los abdominales- forma parte de muchas secuencias de yoga. Para aprovecharla al máximo y evitar lesiones, es fundamental mantener tenso el core y no elevar los glúteos por encima de la línea que se dibuja entre el cuello y las rodillas. La plancha puede hacerse más difícil (y efectiva) con movimientos como elevar una pierna y/o un brazo.

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'Vasisthasana' o plancha lateral

Desde la plancha frontal, gira tronco, piernas y pies hasta quedarte totalmente lateral y apoyada únicamente sobre una mano y el lateral de uno o ambos pies. Aguanta unos segundos (entre 30 y un minuto) y cambia, con cuidado, de lado. Igual que la postura anterior, si la realizas correctamente también fortalecerás la zona abdominal. 

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'Purvottanasana' o postura de la plancha invertida

Una tercera versión de la plancha, esta vez algo mas compleja. Debes comenzar tumbada boca arriba y colocar las manos en el suelo cerca del cuerpo. Eleva con cuidado cabeza, tronco y pelvis hasta extender los brazos y quedar apoyada en los talones. Aguanta unos segundos en esa línea recta, manteniendo el abdomen y los glúteos tensos en todo momento.

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'Tittibhasana' o postura de la luciérnaga

Mientras las tres anteriores son accesibles para principiantes, los dos posturas que siguen requieren algo más fuerza y experiencia en el yoga ya que se tratan de secuencias de equilibrio sobre los brazos. Para la luciérnaga, comienza de cuclillas, con la cadera a la altura de las rodillas, y coloca los brazos entre las piernas y las manos en el suelo, manteniendo la separación de los hombros. A continuación, y con mucho cuidado, eleva ambas piernas hasta estirarlas. Tendrás que hacer bastante fuerza con los brazos y la zona superior de la espalda (y concentrarte mucho) para mantener la postura unos segundos.

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'Adho Mukha Vrksasana' o postura del pino

Es muy posible que de niña supieras hacerlo, pero, ¿y ahora? Comienza a practicarla apoyada sobre una pared para, poco a poco, ir alejándote e incrementando el equilibrio sobre tus dos manos. Es fundamental mantener el abdomen tenso para no caerte, aunque aguantar varios segundos es inevitablemente cuestión de práctica.

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