Las rubias ya cuentan con champús morados como parte de su ritual de rescate para matizar sus mechas; una suerte de cura correctora con la que se deshacen de subtonos anaranjados, amarillentos e incluso verdes entre visitas a la peluquería. Los expertos recomiendan cautela y consejo profesional para utilizarlos cuando se necesitan, no es un tratamiento habitual sino puntual, de lo contrario se corre el riesgo de apagar el color con un acabado grisáceo e incluso púrpura. Lo que muchas no saben es que las castañas también cuentan con su fórmula a medida para neutralizar tonos indeseados.
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En lugar de morados, lo que necesitan las que tienen el pelo castaño son champús azules o verdes que contrarresten los naranjas y rojos a los que suele virar con el paso del tiempo: "El pelo se queda naranja tras la decoloración porque los pigmentos naturales que están en la materia del color oscuro, como los rojos, naranjas y amarillos, son los más duros de eliminar y en muchos casos quedan visibles", apunta Kuki Giménez, directora de Let’s Make Up School y portavoz de Druni.
Añade que, "muchas veces, la oxidación que utilizamos en los tintes con la decoloración es insuficiente y, al eliminar los oscuros antes, pierde fuerza con los subtonos cálidos. También puede deberse a la oxidación del cabello por el sol en verano o por productos ácidos, como los champús de camomila o cosméticos no adecuados".
Champú azul o verde: los aliados del pelo castaño
La ciencia tras su eficacia se encuentra en la Teoría del Color; como ejemplo te ponemos el caso de las ojeras azuladas: se contrarrestan aplicando primero un corrector anaranjado y después el de tono natural; en el pelo pasa lo mismo, los contrarios se neutralizan y es por ello que las mechas naranjas se eliminan con pigmentos azulados y las rojizas con los verdes.
En cuanto a cómo se introducen en la rutina de lavado, "el uso prácticamente es el mismo que el violeta, solo que también puede utilizarse con cabellos castaños. Eliminan los tonos cálidos". Es decir, si notas que tu color se ha vuelto cobrizo, el champú azul es tu mejor aliado. Sobre los verdes, "sirven para neutralizar tonos rojizos en cabellos oscuros o castaños. Al aplicar el color verde (opuesto al rojo en el círculo cromático), se contrarrestan los reflejos rojizos", apunta la estilista.
Precauciones de uso
Aunque eficaces para corregir los matices indeseados, ya te avisamos de que son champús que requieren de maña y medida para que funcionen como esperas; como guía rápida, la especialista expone los principales puntos que hay que tener en cuenta:
- No pasarse de tiempo: lo ideal es esperar de dos a tres minutos las primeras veces y después aclararlo. A partir de esta prueba se ajusta según el resultado.
- Separar el pelo decolorado del natural: "Hay que hacer las separaciones correspondientes con las mechas para poder controlar el matiz, pues en ellas actúa más rápido que en el resto del cabello".
- Usarlo cuando se necesita: o cuando indica el fabricante. En este caso, el consejo profesional es fundamental para fijar una rutina a medida para casa caso; aunque suele recomendarse, como mucho, una vez a la semana.
- Hidratar antes de matizar: "Lo más importante es mantener el cabello hidratado y lo más protegido posible. Hay que utilizar mascarillas preparadas para pelos tratados o tintados, no lavar muy frecuentemente el cabello e intentar no aplicar mucho calor al secar", concluye Kuki Giménez.
