Según los datos del II estudio SkinData, realizado por IMR (Instituto Médico Ricart) hay un notable aumento del interés por los tratamientos médico estéticos en nuestro país: un 42% de los encuestados estaría dispuesto a realizárselos, frente al 33% registrado en la edición anterior. No en vano, los tratamientos de medicina estética están creciendo a un ritmo de un 9%/año, según el estudio. Y es que, "la medicina estética ha evolucionado: ya no se busca transformar el rostro sino mantener una piel sana, hidratada y luminosa a lo largo del tiempo, y en un entorno controlado por profesionales médicos", explica Marta González, directora de la Unidad de Medicina Estética de IMR (Instituto Médico Ricart).
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De hecho, los tratamientos más solicitados, especialmente a la vuelta de verano, son los que menos huella estética dejan: inyecciones de vitaminas, tratamientos despigmentantes, skinboosters, radiofrecuencia y láser. Vamos por partes.
1. Inyecciones de vitaminas para un efecto buena cara
Las 'famosas' inyecciones de vitaminas no son otra cosa que infiltrar mediante la técnica de mesoterapia (microinyecciones superficiales) vitaminas, minerales, antioxidantes y aminoácidos, para hidratar y revitalizar la piel. Suelen ser necesarias entre 3 y 4 sesiones, y después un mantenimiento cada 2 o 3 meses. "Consiguen una piel más luminosa, hidratada y con mejor textura. Y tienen un 'efecto buena cara' inmediato. Los resultados perduran 2 o 3 meses, según el estilo de vida, la exposición solar y los cuidados cosméticos en casa. Y puede salir algún hematoma, aunque se disimula fácilmente con maquillaje", advierte María Vicente, cirujana y médico estético con clínicas en Murcia y Lorca.
2. Tratamientos despigmentantes para las manchas
Se trata normalmente de peelings en los que se emplean fórmulas magistrales médicas de propiedades despigmentantes (ácido tranexámico, ácido kójico, retinoides, vitamina C…) para eliminar las manchas. El tratamiento en sí consiste en "aplicar en consulta productos que exfolian y regulan la producción de melanina (pigmento que ‘tiñe’ la piel), combinados con cosmética y fórmulas magistrales personalizadas de uso domiciliario", detalla la Dra. Vicente.
También puede emplearse el láser de Picosegundos o la luz pulsada (IPL). Aunque las sesiones varían mucho según el tipo de mancha, suelen ser necesarias entre 3 y 5. "Se consigue una reducción de las manchas, unificación del tono y mejora de la luminosidad. Y, con buena protección y educación solar, los resultados pueden mantenerse incluso más de un año. Eso sí, estos tratamientos requieren mantenimiento, ya que la mancha es un daño permanente", advierte la médico María Vicente.
3. 'Skinbooster' para una hidratación profunda
Se trata de microinyecciones intradérmicas de ácido hialurónico no reticulado (más diluido) en el rostro, cuello, escote y las manos con el fin de mejorar la calidad de la piel desde dentro. "El objetivo es mejorar la calidad cutánea, la hidratación, la suavidad, las arruguitas finas y la luminosidad, pero sin aportar volumen", aclara la Dra. Górriz. Son necesarias entre 2 y 3 sesiones, así como un mantenimiento cada 6-9 meses (tiempo que duran los resultados). "Es un tratamiento muy demandado tras el verano por la deshidratación y el fotoenvejecimiento (manchas, arrugas y flacidez) que éste produce en la piel", asegura la doctora Vicente.
4. Radiofrecuencia facial para recuperar la firmeza y elasticidad
"Consiste en la aplicación de energía en forma de calor controlado en la dermis (capas más profundas de la piel), con o sin microagujas, para producir una contracción inmediata de las fibras de colágeno y estimular así los procesos de neocolagénesis y neoelastogénesis", explica la médico Carmen Górriz. Es decir, provoca la síntesis de nuevo colágeno y elastina, sustancias estructurales del tejido. Son necesarias entre 3 y 6 sesiones, y después un mantenimiento trimestral. Los resultados perduran entre 6 meses y un año.
"La contracción del colágeno existente puede notarse de manera temprana, pero la neocolagénesis requiere alrededor de 28 días para iniciarse, por lo que la mejoría progresiva suele ser evidente a partir del segundo mes", advierte la doctora Górriz. Es decir, aunque notas un efecto tensor inmediato, a medio plazo es cuando realmente mejora la firmeza, la elasticidad y la calidad de la piel, se atenúan las arrugas finas y se consigue un aspecto más rejuvenecido. "Es una gran inversión para prevenir la flacidez mediante medicina regenerativa, ya que el propio cuerpo es el que genera nuevo colágeno", asegura la Dra. Vicente.
5. Láser para mejorar las manchas solares
La energía que más se suele utilizar para mejorar el tono en general, las rojeces y las manchas difusas (léntigos solares) es la luz pulsada intensa (IPL). Pero hay otro tipo de láseres que funcionan muy bien en este sentido, como el láser de Neodimio Yag Q-Switched, el láser de Picosegundos e incluso el láser de CO2. "Se trata de realizar disparos selectivos sobre las lesiones (manchas) con parámetros ajustados a cada fototipo de piel y profundidad del pigmento", detalla la médico estético de IMR. Así se fragmenta la melanina acumulada, eliminan pequeños vasos y aclara el tono, mejorando la uniformidad de la piel. "Estas fuentes de energía consiguen una reducción visible de las manchas solares, mejoran la textura y consiguen una piel más luminosa y uniforme", asegura la doctora Vicente.
Son necesarias entre 3 y 4 sesiones, pero lo cierto es que las manchas suelen reaparecer con nuevas exposiciones: "Si se mantiene una buena fotoprotección los resultados son muy duraderos, pero en este tipo de tratamientos el lema es: una vez al año no hace daño", avisa la Dra. Vicente.