Con las temperaturas descendiendo y la factura de la energía al alza, muchos hogares buscan cómo mantenerse cálidos sin que el recibo se dispare. Pues bien, resulta que el aparato que usas para refrescar en verano puede convertirse en tu mejor aliado para calentar en invierno, solo tienes que descubrir su función “escondida”.
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Ese pequeño botón del mando a distancia que quizá nunca has pulsado activa la bomba de calor del aire acondicionado: un sistema que invierte su funcionamiento habitual, tomando el calor del aire exterior y llevándolo al interior de la vivienda. Esto permite generar calor con un consumo mucho menor que la calefacción eléctrica tradicional.
La clave está en que, mientras un radiador eléctrico necesita un kilovatio hora (kWh) para producir un kWh de calor, esta bomba de calor puede generar entre tres y cinco kWh de calor por cada kWh eléctrico consumido. El resultado es un gasto menor para un confort similar, siempre que la vivienda tenga aislamiento suficiente y no se enfríe demasiado el exterior.
¿Cómo activarlo?
Para activarlo solo hace falta comprobar que tu equipo tenga esta tecnología (se indica en la etiqueta energética con siglas como “heat pump” o “BdC”) y luego en el mando presionar el botón con el icono de un sol, que activa el modo “calor” o “heat”. Una vez en marcha, ajustar la temperatura entre 20 °C y 22 °C ofrece un buen equilibrio entre comodidad y eficiencia energética.
Ahorro significativo
Según datos recientes, un uso de seis horas al día del modo calor costaría entre 20 y 50 euros al mes, frente a los 37 a 50 euros o más que suelen alcanzar los sistemas convencionales en condiciones similares. Pero este rendimiento es más alto cuando la temperatura exterior no es extremadamente baja y cuando la habitación está bien aislada. En climas fríos o viviendas poco protegidas el sistema pierde algo de eficiencia.
Además del ahorro, este recurso tiene otras ventajas: el equipo cumple doble función; frío en verano y calor en invierno, lo que evita cambiar de sistema o instalar calefacción adicional. Y al funcionar de forma más eficiente, contribuye a un menor impacto sobre el consumo general del hogar.
Para que todo esto funcione bien conviene mantener el equipo limpio, filtros revisados, y asegurar que la vivienda esté bien sellada para mantener tu hogar caliente y tu bolsillo no se resienta.
