La Dirección General de Tráfico (DGT) ha lanzado una advertencia clara con la llegada del invierno: confiar ciegamente en el "modo automático" de las luces de tu coche es un error que puede salir muy caro. No solo te expone a multas de hasta 600 euros, sino que tu seguro podría lavarse las manos en caso de accidente. El motivo: la tecnología no sustituye al criterio del conductor porque, en muchas ocasiones, falla.
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La DGT lo tiene claro: 'Ver y ser visto'
El problema es sencillo: el modo automático no es infalible. Con la llegada del otoño y el invierno, las situaciones de baja visibilidad se multiplican, y los sensores del coche no siempre reaccionan a tiempo.
El organismo insiste en que el criterio humano debe prevalecer. Como parte de una campaña de concienciación lanzada este octubre, la DGT recuerda que delegar esta responsabilidad en un asistente electrónico puede derivar en una infracción grave.
¿Cuándo falla el 'modo automático'?
El sensor del coche suele medir la luz ambiental, pero no siempre interpreta bien la visibilidad. La DGT señala los momentos más peligrosos en los que el sistema puede fallar y dejarte "a oscuras" para los demás:
- Con lluvia intensa, niebla o nubes de polvo: El sensor puede detectar que "es de día" y no encender las luces de cruce, a pesar de que la visibilidad es nula.
- En túneles cortos o pasos inferiores: El sistema tarda unos segundos en reaccionar. Puedes recorrer el túnel entero sin luces, creando una situación de riesgo evidente.
- Al atardecer o amanecer: Es el peor momento. El sensor sigue detectando claridad, pero para el resto de conductores (especialmente si tienes el sol de frente o de espaldas) tu coche es una sombra. La DGT recuerda el caso de viajar frente al sol: el sensor detecta luz y no enciende las luces de cruce, dejando las luces traseras apagadas.
De 200 € a 600 €: la multa por el despiste
Circular sin el alumbrado adecuado cuando es obligatorio (entre la puesta y la salida del sol, o en condiciones de baja visibilidad como lluvia o niebla) es una infracción. La Ley de Seguridad Vial es clara en su artículo 43.
La sanción por este despiste tecnológico varía:
- Multa de 200 euros: Se considera una infracción grave no llevar el alumbrado cuando es necesario.
- Multa de hasta 600 euros: La sanción puede ascender a esta cantidad si un agente considera que, además de no llevar las luces, estás poniendo en grave peligro la seguridad vial.
El castigo oculto: tu seguro puede no cubrirte
Aquí es donde el problema se agrava. En caso de tener un accidente, si se demuestra que circulabas sin la iluminación obligatoria (aunque fuera por un fallo del modo automático), la compañía de seguros podría considerarlo una negligencia grave del conductor.
¿El resultado? El seguro podría negarse a cubrir los daños propios e incluso repercutirte los gastos de terceros.
La solución de la DGT: el 'modo manual'
La recomendación de la DGT es tajante: con la llegada del otoño y el invierno, olvídate del modo automático. Acostúmbrate a encender manualmente las luces de cruce (las "cortas") en cuanto la visibilidad no sea perfecta: al atardecer, al amanecer, siempre que llueva o haya niebla, y antes de entrar en cualquier túnel.
Como recuerda Juan Ignacio Serena, de la DGT, la regla de oro es "circular a una velocidad y con unas luces que permitan detener el vehículo en la zona iluminada". Confiar en un sensor que puede fallar es un riesgo que la DGT ya ha advertido que no piensa pasar por alto.
