Lucir unas uñas impecables y brillantes durante semanas se ha convertido en un hábito de belleza casi imprescindible para muchas mujeres. El esmalte semipermanente, aplicado en centros especializados o incluso en casa, ha revolucionado el cuidado de manos y pies por su durabilidad y acabado profesional. Sin embargo, no todo lo que brilla es oro: la Comisión Europea acaba de actualizar su normativa de cosméticos y ha prohibido varios ingredientes presentes en algunos esmaltes de uñas semipermanentes por ser potencialmente tóxicos y, en ciertos casos, cancerígenos.
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¿Qué dice la nueva normativa?
El reglamento europeo de cosméticos se actualiza de manera periódica para garantizar la seguridad de los consumidores. En su última revisión, Bruselas ha identificado sustancias químicas presentes en algunos esmaltes semipermanentes que pueden provocar daños a largo plazo en la salud. Entre ellas, figuran compuestos catalogados como disruptores endocrinos o con riesgo de ser cancerígenos.
El objetivo de esta medida es claro: evitar que productos de uso cotidiano puedan poner en riesgo a quienes los utilizan. A partir de ahora, cualquier esmalte que contenga esas sustancias deberá ser retirado del mercado europeo.
¿Cómo saber si tu esmalte está afectado?
Lo primero es revisar las etiquetas y composiciones de los productos que ya tengas en casa. Aunque los nombres químicos puedan sonar complejos, cada vez más marcas están comunicando de manera clara si cumplen o no con la normativa vigente. Además, muchos centros de estética ya han empezado a sustituir los esmaltes prohibidos por fórmulas más seguras.
Los expertos recomiendan comprar únicamente en establecimientos de confianza y desconfiar de productos demasiado baratos o adquiridos en plataformas no reguladas. Recordemos que la seguridad de un cosmético no depende solo del resultado estético, sino de la calidad de sus ingredientes.
Riesgos para la salud
Más allá del peligro a largo plazo, algunos de estos compuestos también pueden provocar reacciones inmediatas: irritaciones, dermatitis de contacto o alergias. Según dermatólogos, el uso continuado de esmaltes con ingredientes prohibidos aumenta la probabilidad de sensibilización cutánea.
La buena noticia es que el mercado de la cosmética avanza rápidamente hacia fórmulas más limpias y respetuosas. Cada vez existen más opciones de esmaltes semipermanentes, libres de tóxicos, veganos y con certificaciones de seguridad. Además, los esmaltes tradicionales de nueva generación ofrecen acabados brillantes y resistentes sin necesidad de recurrir a ingredientes dañinos.