Durante décadas, frenar el envejecimiento parecía un sueño de ciencia ficción. Pero David Sinclair, profesor de Genética en la Universidad de Harvard y referente mundial en longevidad, asegura haberlo logrado en sí mismo. Según sus análisis de ADN, su edad biológica es 10 años menor que su edad real.
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A sus 55 años, Sinclair afirma que su cuerpo tiene 45, gracias a una rutina diaria que empezó tras cumplir 30, cuando sufría sobrepeso, bebía en exceso y se sentía atrapado por el estrés.
“Nadie quiere pasar una década enfermo ni vivir con un cáncer prolongado. Lo importante es meter esas cosas en el último trocito de vida”, explicó en una de sus entrevistas. Su mensaje es claro: el envejecimiento se puede ralentizar, e incluso revertir, con hábitos simples y constancia.
Los 4 hábitos diarios que le cambiaron la vida
1. Corre (o camina rápido) al menos tres veces por semana
Sinclair realiza ejercicio aeróbico tres veces a la semana. Correr, nadar o andar a paso ligero son claves para retrasar el envejecimiento celular. Estudios, como el de la Universidad Brigham Young, han demostrado que solo 30 minutos de running al día pueden revertir hasta 9 años de envejecimiento celular, gracias a la ralentización del acortamiento de los telómeros.
“Intento estar de pie el máximo tiempo posible. Tengo un escritorio elevado para evitar estar sentado todo el día”, comenta.
2. Come solo durante unas pocas horas al día:
El científico practica ayuno intermitente: concentra su alimentación en una ventana reducida de tiempo. Esto, según él, mejora la sensibilidad a la insulina, reduce la inflamación y activa mecanismos celulares de limpieza interna (autofagia).
“Ese periodo de ayuno ha tenido un gran impacto en mi edad biológica estimada”, asegura.
Aunque en humanos los estudios aún son limitados, en ratones el ayuno intermitente ha demostrado extender significativamente la vida útil.
3. Toma té verde matcha dos veces al día
Sinclair bebe a diario dos tés matcha preparados por su pareja, la nutricionista Serena Poon. El matcha es rico en antioxidantes y compuestos antiinflamatorios como la epigalocatequina (EGCG), que se ha relacionado con la prevención del envejecimiento celular.
Además, el genetista complementa su dieta con resveratrol, un antioxidante presente en el vino tinto, las uvas y el cacao.
4. Evita el estrés… y a los “imbéciles”
Sinclair insiste en que el estrés es un acelerador del envejecimiento: eleva la inflamación crónica, deteriora el ADN celular y afecta al sistema inmunológico.
“Cada día reservo un momento de calma. Y cada vez trabajo con menos idiotas”, dice sin rodeos.
También medita, y cita estudios que muestran que la meditación y el yoga pueden rejuvenecer el cerebro hasta 25 años en personas de 50 si se practican de forma constante.
Un futuro donde envejecer sea opcional
Más allá de su rutina, Sinclair lidera investigaciones punteras en Harvard sobre rejuvenecimiento celular con inteligencia artificial y terapia génica. Su laboratorio ya ha conseguido revertir la edad biológica de ratones y monos. En 2026, empezarán los primeros ensayos clínicos en humanos.
“Imagina tomar una cápsula durante un mes y sentirte diez años más joven”, afirma.
Aunque algunos científicos critican su entusiasmo y piden más evidencia, Sinclair cree que la primera persona que vivirá 150 años ya ha nacido. Su objetivo no es la inmortalidad, sino una vejez larga, saludable y activa.“No hay que reescribir el ADN, solo enseñarle a leer bien el código otra vez”, explica.