Pedir un préstamo para comprar una casa, financiar el coche de tus sueños o incluso para hacer frente a un imprevisto importante es algo bastante común. De hecho, según el III Observatorio KRUK, un 45% de los españoles tiene alguna deuda activa con bancos o entidades financieras.
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Pero, a pesar de lo frecuente que es, hablar de deudas sigue siendo un tema que muchos prefieren evitar. Este silencio, sin embargo, puede salir muy caro. Y no lo decimos solo por los intereses: 4 de cada 10 personas en España reconocen tener un bajo conocimiento sobre la gestión de sus finanzas personales, lo que las hace más vulnerables a errores que agravan sus situaciones económicas.
Con la intención de romper tabúes y ayudar a las personas a entender mejor su situación financiera, KRUK España, expertos en gestión de deudas, desmonta algunos de los mitos más extendidos que pueden estar impidiendo que tomemos decisiones más acertadas y responsables en nuestra economía del día a día.
Mito 1: "Si ignoro mi deuda, desaparecerá sola"
Realidad: No solo no desaparecerá, sino que probablemente crezca. Ignorar una deuda puede suponer recargos por intereses, gastos judiciales e incluso el riesgo de embargo de bienes si el caso termina en tribunales. Lo mejor es afrontarla cuanto antes, buscar asesoramiento y, si es necesario, renegociar.
Mito 2: "Si no pago, el problema es solo mío"
Realidad: Las consecuencias pueden ir mucho más allá del ámbito personal. Además de dificultarte el acceso a futuros préstamos, hipotecas o financiación, puede influir también en aspectos más cotidianos, como contratar servicios que requieren buena calificación crediticia. La economía general también se ve afectada por los impagos masivos.
Mito 3: "Si no me encuentran, no me cobrarán"
Realidad: Cambiar de domicilio o no responder llamadas no significa que la deuda desaparezca. Las empresas especializadas en recobro, como KRUK España, tienen métodos legales y éticos para localizar a los deudores. Eso sí, lo hacen siempre desde un enfoque humano y personalizado. "En KRUK apostamos por soluciones reales, respetuosas y adaptadas a cada situación", explica Alina Giurgea, directora general de la compañía.
Mito 4: "Si no pago la tarjeta, solo me bloquearán la cuenta"
Realidad: El impago de una tarjeta puede tener consecuencias mucho más duraderas. Una de ellas es la inclusión en listados como ASNEF, lo que perjudica el historial crediticio del afectado. Y eso puede dificultar desde alquilar una casa hasta cambiar de compañía de móvil. Organizarse y cumplir con los pagos es fundamental para evitar ese tipo de limitaciones en el futuro.