Este 29 de diciembre de 2025, se cumplen 12 años desde que Michael Schumacher, el siete veces campeón mundial de Fórmula 1 y uno de los deportistas más emblemáticos del siglo XXI, sufrió un trágico accidente que cambió su vida para siempre. Fue un día que paralizó al mundo del deporte: lo que iba a ser una tranquila jornada de esquí en los Alpes franceses terminó con un golpe fatal a la cabeza que lo apartó no solo de la competición, sino de la vida pública.
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El accidente que lo detuvo todo
Era el 29 de diciembre de 2013 cuando Schumacher, que ya había colgado su casco tras una carrera legendaria, se encontraba esquiando en la estación de Méribel junto a su familia. En un momento en el que trataba de ayudar a un amigo, decidió hacer una travesía fuera de pista por una zona con rocas ocultas bajo la nieve. Su esquí se deslizó sobre una de ellas y su cabeza impactó con violencia contra otra piedra, provocándole un traumatismo craneoencefálico severo. A pesar de llevar casco, el daño fue devastador.
Tras el accidente, fue trasladado primero a un hospital cercano y luego a Grenoble, donde fue operado de urgencia y sometido a un coma inducido médico que se prolongó durante semanas. Cuando finalmente despertó, su vida ya nunca fue la misma.
Silencio, hermetismo y una familia protectora
Desde entonces, la familia Schumacher ha mantenido un estricto silencio sobre su estado de salud. Las actualizaciones oficiales han sido prácticamente inexistentes, forzando a que cada aniversario del accidente esté marcado por el respeto a esa privacidad y por ruegos constantes de mantener la intimidad de quien fue una leyenda viviente.
El entorno que rodea al expiloto está blindado: solo unas 20 personas tienen acceso directo a su cuidado diario y no existe ninguna imagen o comunicado oficial que revele su condición con detalle. En este contexto, figuras del mundo de la Fórmula 1 han compartido sus sentimientos con el paso de los años. El exjefe de operaciones de Red Bull y exdirectivo de McLaren, Richard Hopkins, resumió en 2025 con sinceridad la sensación que vive la comunidad: “No creo que volvamos a ver a Michael”, aseguró. Una frase que duele, pero que refleja la realidad del hermetismo familiar y la prolongada ausencia pública del piloto.
Un proceso de recuperación lleno de cuidados
A lo largo de estos 12 años, se sabe que Schumacher ha estado bajo atención médica constante en su hogar, ubicado en Suiza, donde recibe cuidados especializados 24 horas al día. Según expertos que han seguido de cerca la situación, el heptacampeón no puede caminar ni hablar, y depende totalmente de sus cuidadores. Aunque algunas declaraciones especulan sobre una conciencia parcial o reconocimiento de ciertas personas, no hay confirmación oficial sobre su capacidad de interacción con el mundo exterior.
Este silencio se mantiene por deseo expreso de la familia, que ha preferido preservar la intimidad del campeón más laureado de la Fórmula 1 antes que alimentar rumores o sensacionalismo. Figuras tan cercanas como Willi Weber, su antiguo mánager, nunca han podido visitarlo desde el accidente, por respeto a las directrices de Corinna Schumacher, su esposa.
Pequeños gestos que emocionan al mundo
Sin embargo, en medio de esta larga etapa de silencio, ha habido momentos que han encendido una chispa de esperanza entre los aficionados. Durante un Gran Premio de la temporada 2025, se supo que Schumacher participó de forma simbólica en una subasta benéfica firmando —con ayuda de su esposa— un casco que sería subastado para recaudar fondos para la lucha contra el Alzheimer, impulsada por Sir Jackie Stewart, otro ícono del deporte.
Además, en abril de este año se difundió que Michael se desplazó desde su residencia hasta Suiza para conocer a su primera nieta, Millie, un momento que consolida la idea de que, pese a las limitaciones, la familia continúa encontrando formas de mantenerlo cerca de los eventos que importan.
El legado de un gigante de la F1
Más allá de su estado de salud actual, Michael Schumacher sigue siendo una figura inigualable en la historia de la Fórmula 1. Con siete campeonatos del mundo, 91 victorias en Grandes Premios y un talento que trascendió generaciones, su nombre sigue encendiendo pasiones y respetos en cada circuito del calendario.
A pesar de que, como muchos comentan con tristeza en redes sociales y ámbitos deportivos, “para todos los propósitos prácticos, ya no está con nosotros,” el recuerdo de su grandeza permanece intacto y su influencia en pilotos actuales y futuros es incuestionable.
Hoy, al cumplirse 12 años de aquel día que cambió su destino, el mundo celebra no solo al deportista que conquistó la Fórmula 1, sino también al hombre que sigue luchando en la intimidad de su hogar, rodeado del amor incondicional de su familia.
