Blanca Fernández Ochoa consiguió convertirse en la primera mujer del país en ganar una medalla olímpica: un bronce en eslalon en los Juegos Olímpicos de Albertville de 1992. Pero la felicidad no se mide en éxitos profesionales ni en premios, y eso bien lo sabía la mujer que logró convertirse en historia de España. El 4 de septiembre de 2019, la deportista fue hallada sin vida en la sierra de Guadarrama, once días después de desaparecer sin dejar rastro. Anoche, sus hijos acudían al plató de ¡De Viernes! para hablar de la mujer que les dio la vida y recordar el episodio más difícil y triste de su vida, hasta la fecha.
Para ti que te gusta
Lee 5 contenidos gratis al mes con
solo registrarte.
Aprovecha nuestra oferta de Navidad
y navega sin límites durante 1 año
desde 19,50€
Este contenido es solo para
suscriptores.
Aprovecha nuestra oferta de Navidad
y navega sin límites durante 1 año
desde 19,50€
Este contenido es solo para
suscriptores.
Aprovecha nuestra oferta de Navidad
y navega sin límites durante 1 año
desde 19,50€
TIENES ACCESO A 5 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
David y Olivia han recordado cómo fue esa intensa búsqueda para dar con el paradero de la deportista. Una de las cosas que más impresionó a la familia fue cómo la ciudadanía se movilizó para encontrarla y cómo el país entero se preocupaba por su desaparición. David y Olivia recordaron un detalle que les resultó extraño cuando se supo que su madre había desaparecido: "Uno de los indicativos fue dejó a Choco y a Trufa, los perros, en casa. Donde iba mi madre iban ellos", aseguraba el joven.
Los hermanos confesaban en '¡De viernes!' que la madre y los dos hijos eran "un pack de tres" y formaban un trío "inseparable". "Yo hablaba mucho con ella. Los veranos nos íbamos fuera, había tres días que no me respondía, pasaron cuatro la llamé y al final dije donde está", relata por su parte Olivia, en referencia al momento de la desaparición.
Meses antes, David y su madre habían hecho una ruta juntos por la montaña y la deportista le confesó a su hijo algo que nunca olvidará: "Me dijo: 'este sería buen sitio para descansar'". David recordó esas palabras de su madre durante la búsqueda, y finalmente fue el lugar donde se encontró el cuerpo sin vida de Blanca.
El último día con su madre
La joven, visiblemente emocionada, comentó cómo fue el último día que compartieron con ella. "Fue un día espectacular" y que ese momento la vio "mejor que nunca". Se fueron a comer, dieron un paseo y la vieron "contenta" en todo instante. Para sus hijos era del todo inimaginable que horas después su madre decidiese quitarse la vida, dejando un dolor enorme en todos lo que la querían. "El último día me recogió en el centro de entrenamiento, me invitó a comer a un sitio que nos encantaba a las dos, nos fuimos a hacer las uñas… el último abrazo, se subió al coche y no la volvía a ver’, relataba Olivia.
La hija de Blanca Fernández Ochoa: "Se guardaba todo dentro"
"Era muy buena actriz, lo hubiese sido. Siempre que te veía te recibía con una sonrisa, aunque después se fuese triste", recuerda David, que aclara que Blanca Fernández Ochoa nunca intentó "hacer partícipe" de sus "problemas" a sus hijos. "Mi madre era una persona superalegre por fuera, muy noble. Se guardaba todo dentro", asegura ella.
"Mi madre aguantó mucho tiempo por Olivia y por mí"
Blanca Fernández Ochoa sufría trastorno bipolar desde pequeña, aunque el diagnóstico le llegó con la edad adulta. Sus hijos aprovechaban para romper una lanza a favor de la visibilidad de las enfermedades mentales para no colaborar con el tabú y ayudar a las personas que las padecen. "Creo que todo esto hay que normalizarlo más… Hablando con Lola (su tía, la hermana de Blanca) me decía, ¿tú crees que en las Torres Gemelas el del piso 137 se quería tirar? No, es huir del dolor… no sabes qué te pasa… Se debería normalizar más", añadía David.
A pesar del dolor y el sufrimiento que Blanca arrastraba, puso mucho interés en que sus hijos fuesen personas fuertes y luchadoras. "Siempre me decía 'si te caes, levántate'… y siempre teníamos que darle un beso y un abrazo… Si no, te tiraba de las orejas", añadía su hija.
Pero Blanca sufría, y decidió acabar con ese dolor el 24 de agosto de 2019. "Mi madre aguantó mucho tiempo por Olivia y por mí". "Me encantaría decirle que la quiero todos los días". "Era mi mejor amiga: mi vida cambió en todos los sentidos. Era la mejor del mundo, un ejemplo", añadía Olivia.
Durante su vida recibió innumerables premios, pero los únicos trofeos que le importaban a Blanca eran sus hijos, a los que llamaba cariñosamente "mis medallas". Seis años después, se recuerda con el mismo cariño y admiración a la mujer que logró convertirse en historia del deporte español.
