El 2025 o el año que Selena Gomez vivió intensamente". A falta de un mes para que nos comamos las uvas, así podría subtitularse la biografía de la protagonista de Solo asesinatos en el edificio. Trescientos días (y pico) que Selena ha vivido entre vino y rosas, aunque alguna —eso sí— tenía espinas.
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La de Revival, un disco que, dicho sea de paso, cumple ahora diez años y le sirvió para dejar atrás aquello de ser "una niña prodigio" para florecer como estrella adulta, ha estado el fin de semana pasado en el partido de baloncesto entre Los Angeles Lakers y los Pelicans de Nueva Orleans. Para celebrar… ¿el amor?, ¿la vida?, ¿sus récords?, ¿todo a la vez? Cualquier opción nos vale y a la actriz y cantante, obviamente, también, porque su saldo, sea cual sea el apartado, siempre le sale en positivo.
Desde niña fue siempre una completa "superestrella". Inteligente, multifacética y entregada en su profesión, Selena llega a sus 33 años pletórica. Y es que eso, es algo muy común entre las personas que han comenzado a desempeñar su profesión desde prácticamente la infancia. Recordemos que Selena saltó a la fama con al ser una chica Disney con su papel como Alex en la serie de Los Magos de Waverly Place con 15 años. Así es como, la actriz ha vivido siempre intensamente, entre rodajes, alfombras rojas y estrenos.
Aunque, sin duda, es verdad eso que dicen que una siempre recoge lo que siembra, y este año así ha sido para Selena en lo profesional y en lo personal. Porque pocas estrellas pueden presumir de haber condensado en un solo año una candidatura al Oscar, un éxito empresarial de cifras estratosféricas, un "revival” musical con guiño al pop español y una boda íntima de película con la que ha señado su amor con Benny Blanco.
Y si no, miren. Comenzaba enero con una película con trece candidaturas a los Oscar (Emilia Pérez), pero también con una polémica —la de su interpretación—, finalmente quedó en nada, tras el tsunami Karla Sofía Gascón; después, llegaría la noticia de su abultada cuenta bancaria, con 700 millones de dólares, de los que "solo" 90 llevaban la etiqueta "showbiz"… Y por si alguien pensaba que su pulmón interpretativo estaba en horas bajas, se calzaba un (inesperado) éxito musical con un revival de El muchacho de los ojos tristes, de Jeanette, que la ha devuelto a los primeros puestos de las listas. Y al castellano, pero más satisfactoriamente, por cierto. El éxito venía compartido.
Después, llegaría otra cifra contundente, esta vez sobre su faceta emresaria, de la que disfruta hace años. Lejos de limitarse a “vivir de los discos”, Selena ha entrado en el llamado Billion Dollar Club. Rare Beauty, su firma de maquillaje, está valorada en torno a 1,3 billones de dólares según Bloomberg, y ella misma se ha consolidado como una de las empresarias más influyentes del sector beauty. Su marca engloba un concepto al centrarse en la “belleza y bienestar y la salud mental" que arrasa entre las jóvenes y no tan jóvenes.
Además, muchos de sus productos -como sus coloretes en todos sus tonos- triunfan alrededor del mundo y se han convertido en un imprescindible en el neceser de maquillaje de casi cualquier persona. Además, dona el 1% de todas las ventas a la Rare Impact Fund, la iniciativa con la que financia proyectos de salud mental para jóvenes y que ya ha movilizado decenas de millones de dólares. Un modelo de negocio con el que ha impactado socialmente en todo el sentido de la palabra.
La artista no descansa, está imparable en todas sus facetas y probablemente, en uno de los mejores momentos de su vida. Es por ello que, en su vida personal no iba a ser menos. Tras años y años de subidas y bajadas con Justin Bieber sufriendo por un amor que nunca llegó a ser su futuro, desde hace años disfruta de una vida tranquila y plena junto a Benny Blanco.
Su historia, de hecho, merece capítulo aparte. Lo que empezó como una amistad profesional —se conocen desde 2015 y han trabajado juntos en varias canciones, Benny es su productor y ahora marido— acabó convirtiéndose en una relación sentimental que ella misma confirmó a finales de 2023, después de meses de rumores y pequeñas pistas en redes.
Desde entonces, sus apariciones conjuntas se han ido multiplicando: partidos de los Lakers, alfombras rojas, premios y escapadas románticas. En más de una entrevista, Selena ha contado que Benny es “su persona” y que, con él, ha aprendido a vivir el amor desde la calma. Como la salud y la enfermedad. O la riqueza y la pobreza, se han comprado una mansión en Beverly Hills y hasta de un acuerdo prenupcial diseñado para proteger todo lo que ella ha construido desde la adolescencia.
Así, la pareja protagonizó una boda ultrasecreta y de ensueño, con varios vestidos y un único maquillaje que se hizo viral. El 27 de septiembre, Selena y Benny se dieron el “sí, quiero” en Santa Bárbara, California, rodeados de familiares, amigos muy selectos. Un relato de resiliencia y de segunda oportunidad que, a estas alturas del año, sigue escribiéndose partido a partido, disfrutando del éxito internacional y la paz, así como de los primeros meses como marido y mujer.
