Todas las de la ley, la primera serie protagonizada por Kim Kardashian, llegaba a Disney+ como una de las grandes apuestas de la temporada y no tardaba en convertirse en tema de conversación… aunque no precisamente por la calidad de la ficción. Desde su estreno el pasado 4 de noviembre, los espectadores y las redes sociales se han volcado con opiniones muy diversas, la mayoría bastante críticas, convirtiendo cada episodio —se estrena uno semanalmente hasta el 9 de diciembre— en un debate abierto.
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La serie creada por Ryan Murphy sigue a un grupo de abogadas que abandona un bufete dominado por hombres para fundar su propio despacho y defender a mujeres en casos de divorcio y escándalos de alto riesgo. Junto a Kardashian —que ha usado las experiencias de sus tres divorcios para su papel—, el reparto principal incluye a Naomi Watts, Glenn Close, Niecy Nash-Betts y Sarah Paulson, y cada capítulo combina glamour, tensión y estrategias legales, manteniendo a los espectadores pendientes de cada detalle, estilismo y trama.
Pero un elenco de lujo y un argumento, a priori, atractivo no la ha salvado de la quema. USA Today la calificaba como un “espectáculo vergonzosamente terrible”, Collider lamentaba sus diálogos “torpes y demasiado expositivos”, The Hollywood Reporter aseguraba que “la actuación de Kardashian, rígida e inexpresiva, sin una sola nota auténtica, es justo lo que el guion, también rígido e inexpresivo, merece” mientras que The Times era todavía más tajante: “el peor drama televisivo de la historia”. Unas críticas demoledoras que parecían sentenciar el destino de la ficción. Sin embargo, cuando parecía impensable que Disney pidiera más capítulos de la serie... la plataforma ha sorprendido renovando Todas las de la ley por una segunda temporada.
Aunque los medios especializados han sido especialmente destructivos, lejos de venirse abajo o desvincularse, el equipo de Todas las de la ley ha hecho justo lo contrario y ha seguido impulsando la serie semana tras semana. Las actrices continúan compartiendo escenas, momentos del rodaje y contenido exclusivo en redes, generando conversación y manteniendo viva la expectación.
Desde Hulu, la plataforma de contenidos propiedad de Disney que había encargado la ficción, también han puesto en marcha su propia contraofensiva transformando los supuestos defectos en virtudes, abrazando el tono exagerado y llamativo de la producción y convirtiendo las críticas negativas en parte del fenómeno, reforzando así su identidad.
Y, al parecer, la apuesta les está funcionando, porque la serie sí ha conseguido despertar el interés de la audiencia. Solo en los tres días posteriores al estreno superó las 3.200.000 visualizaciones, convirtiéndose en uno de los lanzamientos más exitosos de Hulu en los últimos tres años y en una de las ficciones más comentadas en redes sociales, ya sea por los estilismos, por las escenas más tórridas, por diálogos imposibles o por el momento en el que Allura Grant, el personaje de Kim Kardashian, destroza el coche de su exmarido en pantalla.
Está claro que el público no coincide con la crítica y ha querido darle una oportunidad a este peculiar bufete de abogadas. Ese respaldo se ha traducido, contra todo pronóstico, en la confirmación de una segunda tanda de episodios, consolidándola como uno de los éxitos más inesperados de la temporada.
¿De qué va Todas las de la ley?
La serie sigue a un grupo de abogadas especializadas en divorcios que abandonan una firma dominada por hombres para fundar su propio bufete de élite en Los Ángeles. A lo largo de los episodios, estas profesionales manejan casos de alto perfil —separaciones explosivas, secretos familiares, traiciones financieras— mientras navegan también sus propias dinámicas de poder, lealtades y rivalidades. En un universo donde el dinero habla y el amor se convierte en una batalla, estas mujeres no solo juegan, sino que se atreven a cambiar las reglas.
