Jesulín de Ubrique ha desempeñado una multitud de profesiones: ha sido torero, cantante, actor y casi se convierte en futbolista. El torero, de 51 años, tiene claro que, si no se hubiera dedicado al mundo del toreo, habrían sido los estadios de fútbol donde habría brillado: “Si yo no hubiese sido torero, yo hubiese sido un gran portero”.
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Deseaba ser futbolista, concretamente para defender la portería; sin embargo, una lesión de rodilla recondujo su camino hacia las plazas y lo desvió de los campos de fútbol. A pesar de que su inicio en la profesión fue temprano —14 años como profesional del toro, 15 como novillero y, con 16, ya matador— reconoce que sus padres, Humberto Janeiro y Carmen Bazán —que se separaron en 2003— fueron quienes le regalaron su primer recuerdo del mundo del fútbol: concretamente unas botas que, como él explica para El Día Después, se las dieron con mucho esfuerzo: “El mejor regalo que puede tener un niño, esa ilusión de poder jugar los sábados”. Reconoce que esa etapa de su vida, en la que entrenaba y practicaba en los campos de fútbol, “no la cambia por nada”.
Él lo tiene claro: “Tenía buena visión, yo creo que hubiese llegado bastante lejos”. Considera que podría haber destacado en el mundo del deporte. Se ve reflejado en el portero belga del Real Madrid: “Era un poco parecido a Courtois”. Dice que, mientras veía al futbolista jugando en el Atlético de Madrid, automáticamente pensaba: “Lo que yo me he parecido a este hombre”. Sin embargo, su ídolo no fue otro que el mítico portero de la selección española Luis Miguel Arconada, un profesional del deporte que el diestro tuvo la oportunidad de conocer en persona: “Tuve el privilegio y la gran suerte de poder conocerlo, y cuando tienes a alguien que tú admiras delante, se te caen todos los palos del sombrajo. ¡Me daba hasta apuro poder preguntarle algo!”.
Su trayectoria profesional fue muy rápida. Tras convertirse en matador, fue a los 23 años cuando anunciaba su primera retirada de los ruedos después de haber sufrido un accidente de tráfico con el que estuvo a punto de quedarse parapléjico. En la década de los 2000, volvió a los ruedos y fue a sus 26 años cuando sufrió un grave accidente de tráfico: “Mi vida entera se me pasó por delante en cuestión de segundos. Recuerdo que vi todo dando vueltas y, después, que algo se me cayó encima. Ese ‘algo’ era el coche. Un coche de 2.800 kilos, que lo aguanté durante 25 o 30 minutos. De hecho, dejé de respirar”, unas palabras que dijo en su día para ¡HOLA!
Desde cantante hasta rostro del corazón
Por otro lado, además del mundo del toreo y de su intención de haberse desarrollado en el ámbito deportivo, donde sí ha probado suerte ha sido como actor y cantante. En el año 1996 lo intentó en la música, debutando en el Festival de Benidorm con su tema Toda, una canción que para él tuvo una ilusión especial. “Todavía se sigue escuchando por ahí. Yo creo que marcó la historia”, nos dijo.
Hay que añadir que Jesulín siempre se ha vinculado al mundo de la televisión. Su vida personal no ha estado alejada de los medios. Sin duda alguna, su historia siempre ha despertado un gran interés mediático, tanto por su relación pasada con Belén Esteban —con la que nació su hija Andrea en 1999— como por su pareja actual, María José Campanario, con la que se casó en el verano de 2002 en la Hacienda Benazuza, en Sanlúcar la Mayor, y con la que tuvo tres hijos: Julia (2003), Jesús Alejandro (2007) y Hugo (2022).
Carne de reality
Su trayectoria televisiva también ha sido amplia: lo hemos visto saltando de trampolines en Splash! Famosos al agua, actuando en Torrente 5, una saga de Santiago Segura en la que han participado multitud de rostros conocidos como Fernando Esteso, Anna Simón o su expareja Belén Esteban. También participó en 2002 en El desafío y probó suerte entre los fogones de MasterChef Celebrity.
