La música corre por sus venas y para él tocar la guitarra, componer y cantar siempre ha sido algo innato que ha visto en su día a día desde que era niño. Juan Carmona forma parte de una de las dinastías flamencas más importantes de nuestro país y por eso no es de extrañar que lleve el arte en el ADN. Haciendo un repaso de su árbol genealógico de artistas, su abuelo es Juan Habichuela, su padre Juan José Carmona, conocido como “Camborio”, es miembro del grupo Ketama junto a Antonio y Josemi… Sin duda, una saga de artistas de la que él ha terminado formando parte.
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Con su guitarra, Juan ha acompañado a muchos flamencos y lleva años recorriendo los mejores escenarios de nuestro país y también fuera de nuestras fronteras, pero ahora ha decidido dar un nuevo paso profesional, que nos avanzaba rodeado por su mujer, Sara Verdasco, y sus tres hijas, Carmen, Valentina y Sara, con las que ha posado por primera vez en nuestra revista.
“Estoy trabajando un EP porque, aparte de los proyectos en los que estoy, quiero sacar mi música. Estoy trabajando con mucha gente, estoy de gira con Antonio (Carmona), y tocando con mucha gente, con Josemi (Carmona), con el tío Pepe Habichuela, con Kiki Morente… Siempre estamos de gira ahí donde nos llaman. Pero ahora estoy pensando en hacer mi música”, nos contaba entusiasmado.
Ha llegado el momento de compaginar su trabajo junto a otros artistas con una carrera en solitario, en la que lleva trabajando un tiempo y que muy pronto saldrá a la luz. “Creo que a principios del año que viene podremos tener algo”, nos adelantaba.
Para Juan la música es su vida y compagina su vida de concierto en concierto con su faceta de padre de familia numerosa, aunque reconoce que estar mucho tiempo fuera de casa no es fácil. “Siempre es complicado, porque nosotros los músicos pasamos mucho tiempo fuera de casa. Pero mientras que tengas tu orden y tu manera de llevar la vida bien, todo se hace un poco más fácil. Nosotros siempre estamos por ahí viajando, hoteles, viajes, conciertos por la noche, cenas donde sea, comes donde puedes... Pero bueno, siempre al llegar a casa y encontrarte a las princesitas te renueva la vida”, nos dice.
Todo esfuerzo tiene su recompensa y él la encuentra al llegar a casa junto a su mujer y sus hijas y nos explica que una de sus fórmulas de la felicidad es “hacer de todo, sobre todo cosas que te llenen, que en mi caso en la música y la familia”.
Aunque sus hijas todavía son muy pequeñas, Juan reconoce que las mellizas son muy artistas y que la pequeña, a sus cinco meses, ya apunta maneras. “Sara es muy cantaora, Valentina baila estupendamente y Carmen canta y afina muy bien”, dice orgulloso.