Lydia Bosch sopla hoy 62 velas atravesando una de las etapas más serenas y especiales de su vida. La actriz, uno de los rostros más populares de la televisión española, vive este aniversario con esa mezcla de calma, energía y gratitud que ella misma reconocía recientemente en ¡HOLA!. "Estoy en un momento de reencuentro conmigo misma. Poniendo el foco en ordenar y recolocar mis prioridades, escuchándome más a mí que a los demás, para ser coherente con lo que pienso, siento y hago".
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Es casi imposible entender la televisión de los 90 sin su presencia. Lydia condujo programas tan míticos como El juego de la oca, que se convirtió en un fenómeno generacional. En la ficción, dejó huella en series inolvidables como Médico de familia, donde dio vida a la recordada Alicia Soller. "Ha sido una serie muy importante en mi carrera y una de las muchas alegrías que me ha deparado es que, a día de hoy, al estar la plataforma Netflix emitiéndola de nuevo, recibo cariñosísimos mensajes de las hijas/hijos de entonces, que la veían con sus padres y que, ahora ellos, como padres, la ven con sus hijos", dijo en ¡HOLA!.
En los últimos años ha continuado muy activa ante las cámaras. Entre sus trabajos más recientes destacan La verdad, Sin identidad, Servir y proteger o Mía es la venganza, que fue todo un reto para ella. "Era la primera vez que trabajaba de forma continuada en una diaria y eso conlleva un compromiso y una dedicación absoluta a ella", afirmó.
Su familia, su mejor refugio
Madre orgullosa de tres hijos —Andrea Molina (33), y los mellizos Juan y Ana Martín Bosch (23)— Lydia mantiene con ellos una relación muy cercana y cómplice. Ellos son, como ha contado en más de una ocasión, "sus mayores fans y también sus críticos más sinceros".
Esa conexión también se refleja en sus redes sociales, donde Lydia muestra su versión más divertida y espontánea. Especialmente con Juan y Ana, con quienes protagoniza vídeos llenos de humor, juegos y complicidad que se han vuelto un sello personal y que sus seguidores esperan con entusiasmo.
En esta etapa de madurez luminosa, hay una figura que la actriz menciona siempre con especial emoción: su madre. Ya mayor, es para Lydia un referente absoluto de fortaleza, sensatez y cariño. Poder compartir tiempo con ella, cuidarla y seguir aprendiendo de su ejemplo es, para la intérprete, uno de los mayores regalos de esta vida.
Un punto de inflexión en su bienestar
Hace cinco años, Lydia reveló que le habían detectado en la barbilla un carcinoma de células basales, el tipo de cáncer de piel más común y menos agresivo. Afortunadamente, su crecimiento es lento y rara vez se disemina a otras zonas del cuerpo, pero aquel susto marcó un antes y un después en su vida. Desde entonces adoptó un lema que repite con convicción: "Voy a empezar a cuidarme en serio". Y lo ha cumplido. La actriz mantiene rutinas constantes y sencillas, en las que la protección solar es un imprescindible. Para ella, entrenar y cuidar la alimentación "va más allá de algo estético: es salud, y tenerla es el mayor tesoro".
Con más de cuarenta años de carrera, nuevos proyectos en marcha, una familia muy presente y un entorno emocional sólido, Lydia celebra ahora este cumpleaños con un deseo muy especial: "Hacer un musical". Tal y como contó en ¡HOLA!, es uno de los sueños que aún le quedan por cumplir en su trayectoria como intérprete.
