"Más vivo que nunca", así titula Gemma Pinto el carrusel de fotos que ha compartido para celebrar la victoria de Marc y Álex Márquez, campeón y subcampeón del mundo de MotoGP. Los pilotos de motociclismo regresaron a la localidad que los vio nacer y crecer, Cervera (Lleida), para conmemorar el histórico doblete. Los hermanos, aquellos niños que jugaban a hacer carreras en bicicleta por esta localidad, se dieron un baño de masas entre las más de 25.000 personas que acudieron a festejar el triunfo en las calles de esta ciudad catalana, que además cuenta con un museo dedicado a ellos y se ha convertido un punto de encuentro para los amantes del motor.
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Back2Back, Márquez Brothers Making History comenzó con un homenaje en el Ayuntamiento y el saludo de los hermanos Márquez desde el balcón a todo su público que coreaba su apellido una y otra vez "Márquez, Márquez". “Hemos conseguido que un pueblo de 10.000 habitantes tenga un campeón y subcampeón. Después de cuatro años de oscuridad, podemos celebrarlo”, decía Marc.
A continuación hicieron un recorrido por Cervera en una moto Ducati, con Marc de paquete por prescripción médica, ya que aún se recupera de la lesión de su hombro derecho, y llegaron a la plaza de la de Magdalena de Montclar, otro de los puntos neurálgicos de la población de los Márquez, donde había instalado un escenario donde se unieron a todos sus seres queridos. Sus padres Roser Alentà y Julià Márquez, las parejas de los pilotos, Gemma Pinto y Gabriela Guzmán, sus equipos en Ducati y Gresini, su mánager, sus asistentes... Nadie faltó en este día histórico para los Márquez, ni siquiera el hermano de Gemma Pinto, Eduard Pinto, y su cuñada, Claudia Vignatti, que asistieron con su bebé de ocho meses, protegido con cascos para que no se asustase por el ruido.
Hubo un momento de gran emoción al recordar a su abuelo Ramón. "Le prometí que la cuarta era la última operación y cumplimos", señalaba Marc conmovido. "Era nuestro fan número uno", añadía Álex con la voz entrecortada.
Los Márquez pusieron el mejor broche de oro. "Sentir esta energía en Cervera, con mi hermano al lado y con el apoyo de toda la familia del Mundial, es la mayor recompensa", reconocía Marc. "Este éxito es de todos vosotros. He pasado cuatro años muy duros y este es uno de los más bonitos de mi vida. Haber compartido tantos momentos felices con mi hermano ha sido algo increíble". "Pero sobre todo porque la rivalidad no nos ha separado", añadió. Álex, por su parte, cerró el acto con esta reflexión: "Cuando os digan que algo es imposible, no os lo creáis y luchad por ello. Ese es el mejor mensaje que os podemos dar". "Gracias a Cervera y a todos los aficionados que habéis venido hasta aquí por hacernos sentir tan especiales" concluyó el subcampeón de MotoGP.