El infortunio ha perseguido a los Kennedy durante décadas. Accidentes, asesinatos, calamidades y un largo listado de situaciones trágicas que se ha repetido de forma casi matemática en su árbol genealógico. El último caso ha sido el de Tatiana Schlossberg, nieta de John F. Kennedy, que anunció este sábado que padece una forma rara de leucemia.
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Según ha declarado en una emotiva y sincera entrevista con The New Yorker, la hija de Caroline Kennedy y Edwin Schlossberg tiene una leucemia mieloide aguda: una enfermedad terminal de la que se enteró justo después de dar a luz a su segundo hijo, en mayo de 2024, cuando su médico le detectó un desequilibrio en su recuento de glóbulos blancos.
"Mi médico observó que mi recuento sanguíneo era extraño. Un recuento normal de glóbulos blancos es de entre cuatro y once mil células por microlitro. El mío era de ciento treinta y una mil células por microlitro", ha contado al medio estadounidense. "Podría ser algo relacionado con el embarazo y el parto, dijo el médico, o podría ser leucemia". Finalmente, le diagnosticaron "una mutación rara llamada Inversión 3".
La nieta de Kennedy pasó cinco semanas ingresada tras dar luz a su pequeña, y más tarde fue trasladada a otro centro hospitalario para someterse a un trasplante de médula ósea. Posteriormente, recibió quimioterapia en su casa. En enero, Schlossberg se unió a un ensayo clínico de terapia con células CAR-T, un tipo de inmunoterapia contra ciertos tipos de cáncer de la sangre. Pese a todas las pruebas, su médico le dijo que le quedaba un año de vida.
Su caso es el último de un largo listado de tragedias que se conocen popularmente como 'la maldición de los Kennedy': muertes, asesinatos y otras calamidades que han afectado a diversos miembros de la mítica familia estadounidense. La supuesta 'maldición' ha afectado principalmente a los descendientes del empresario Joseph P. Kennedy Sr., pero también ha salpicado a diversos amigos de la familia, socios y otros parientes. Los asesinatos políticos y los accidentes aéreos han sido las manifestaciones más comunes de la susodicha 'maldición'.
John F. Kennedy y la muerte de sus dos hijos
Sin duda, la más notoria es el asesinato de John F. Kennedy en 1963. El presidente, que tan solo tenía 46 años, murió mientras viajaba en un coche descapotable en Dallas, el 22 de noviembre de dicho año. El autor del crimen fue Lee Harvey Oswald. A su lado estaba la siempre icónica Jackie Kennedy, que vio cómo todo sucedía en directo. Posteriormente, la primera dama de Estados Unidos pasaría a las páginas de los libros de historia al insistir en no quitarse el traje de dos piezas -inspirado en los diseños más icónicos de Chanel- que había quedado manchado con la sangre de su marido. "No. Que vean lo que le han hecho a Jack", dijo cada vez que le preguntaban si quería cambiarse de ropa.
A esta tragedia se suma la de la muerte de su hijo prematuro, Patrick Bouvier Kennedy, que murió 39 horas después de nacer. Años después, en 1999, el único hijo que tuvo el expresidente, John F. Kennedy Jr., de 38 años, su esposa Carolyn Bessette y la hermana de esta, Lauren, murieron cuando la pequeña avioneta que él pilotaba se estrelló en el Atlántico, frente a la costa de Martha's Vineyard.
La primera tragedia de los Kennedy
La primera tragedia data del año 1944, cuando Joseph P. Kennedy Jr., de 29 años, el hijo mayor de los Kennedy, muere cuando su bombardero naval cargado de explosivos explota en pleno vuelo durante una misión secreta de la Segunda Guerra Mundial. En 1948, Kathleen Kennedy, la hija de espíritu libre de Joe y Rose Kennedy, de 28 años, fallece en un accidente aéreo en Francia. Cinco años después del asesinato de John F. Kennedy en Dallas, su hermano Robert es asesinado por Sirhan Sirhan, un hombre jordano, en el Hotel Ambassador de Los Ángeles, justo después de ganar las primarias presidenciales de California en el año 1968. Su muerte no sería la única de su núcleo familiar, pues dos de sus hijos perderían la vida en los años posteriores: David muere en el 1984 con tan solo 28 años por una sobredosis de drogas; mientras que su hijo Michael muere en el 1997, con 39 años, tras un accidente de esquí en Aspen, Colorado.
Las tragedias continúan. En el año 1969, el senador Ted Kennedy se sale de un puente en la isla de Chappaquiddick, Massachusetts, y su asistente Mary Jo Kopechne, de 28 años, es hallada muerta en el coche sumergido. Él sobrevivió y denunció lo sucedido a las autoridades locales 10 horas después del choque. Sus tragedias no terminan ahí: su hija mayor, Kara, de 51 años, sufrió un colapso y murió en el año 2011 de un ataque al corazón tras hacer ejercicio en un gimnasio de Washington D. C. Años antes, se había sometido a un tratamiento agresivo contra el cáncer de pulmón.
En 2012, la mujer de Robert F. Kennedy Jr., Mary Richardson Kennedy, se quitó la vida a los 52 años en su casa de Bedford, Nueva York, en medio de una amarga batalla por el divorcio. En 2019, una nieta de Robert, hermano de John F. Kennedy, Saoirse Kennedy Hill, fallece a los 22 años por una sobredosis accidental en la residencia familiar de Hyannis Port, Massachusetts. No sería la única nieta de Robert que moriría, pues un año después, Maeve Kennedy Townsend McKean, de 40 años, y su hijo Gideon, de 8, mueren ahogados en un accidente de canoa en la bahía de Chesapeake.
La de Tatiana Schlossberg es la última de un largo listado de tragedias que han azotado a una de las grandes familias de Estados Unidos. Hablando de la situación tan complicada que ha vivido desde mayo de 2024, la nieta de John F. Kennedy ha hablado sobre cómo la noticia de su leucemia ha afectado a sus familiares y su marido George: "Me han cogido de la mano sin vacilar mientras yo sufría, tratando de no mostrar su dolor y tristeza para protegerme de ello. Ha sido un gran regalo, aunque siento su dolor cada día", ha dicho emocionada. "Ahora he añadido una nueva tragedia a su vida, a la vida de nuestra familia, y no hay nada que pueda hacer para evitarlo".
