Con ella hemos visto la "lux". Y hoy no hay otra más grande. Ni más pura ni más intensa que nos ilumine a todos y en todas partes. Rosalía se ha convertido en una estrella de envergadura desconocida. Porque si bien Taylor Swift es la "reina del pop", el reino de Rosalía ya no es de este mundo. Antes de trascenderlo, decirles que, cuando apenas se han cumplido quince días desde la salida al mercado de este, su álbum más ambicioso y atípico, Lux es el disco más escuchado del planeta, desbancando a la rubia de Pensylvania. Y que en solo siete colocó doce de los quince tracks en el Top Global de las canciones más escuchadas around the world, convirtiéndose así en el LP de una artista hispanohablante más reproducido en el mundo en un solo día de la historia, superando los 35,7 millones de escuchas de la colombiana Karol G.
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Y todo eso lo lograba la de Sant Esteve de Sesrovires reflexionando sobre la fe, el amor, la pureza, el fracaso, el arte, las raíces, el espíritu, la feminidad o el perdón. Y en ese viaje hacia el fondo de su alma no ha encontrado límites. Ha explorado todos los confines, ha dejado volar su imaginación y ha experimentado con eso de expiar pecados y sortear, doblegar y abatir barreras —o culpas—. Lo suyo ha sido no solo una introspección, sino también una comunión con las debilidades y grandezas de la humanidad, y la humanidad, como ven, se ha abierto en canal, como una granada reventada por el sol. O como el Mar Rojo ante Moisés.
Rosalía se ha convertido en la nueva Mesías musical en el sentido más arcaico del término: revolucionando lo establecido y removiendo conciencias, estéticas y conflictos… para encontrarse consigo misma. Y con Dios. Y no, no se nos ha ido la pinza. Que ya lo decían Miguel Ángel y Johann Sebastian Bach y Bernini, que la belleza es el único camino para encontrarse con Dios, y el arte, su lenguaje. Rosalía está en lo mismo, en que "Dios es el único que puede llenar todos los espacios".
Por eso, desde Marta Ortega, que ya le confió sus talleres para diseñar un sofá para el 50 aniversario de Zara, a Jimmy Fallon, que le regaló su plató en la NBC, caen rendidos a sus pies (o sus tacones, los de Ludovic San Sernin). Rendidos y seducidos y atraídos o noqueados por su palabra, aunque ahora, en aras de saber de dónde le viene el tronío, el duende o aura a la catalana, genealogistas de todo el mundo se han puesto a investigar archivos y Rh’s para descubrir que, además, tiene genes asturianos, gallegos y hasta cubanos y abulenses.
El de The Tonight Show, despistado el pobre, hasta le dio las palmas cuando la de Malamente ha dado un paso más allá del flamenco, yéndose ahora por la mística de Santa Teresa de Ávila, dejándonos a todos entre descolocados, fascinados o con el paso cambiado intentando mover la cadera al ritmo de la Sinfonía de Londres, Bjork, Carminho, Silvia Pérez Cruz o Charlotte Gaingsbourg. En un momento en el que todo pasa tan deprisa que nada es moderno, ella recuerda a Beethoven, a Mozart, a Vivaldi, a Carl Oftt, como construyendo un puente hacia lo trascendente y desatando las escuchas de música clásica en un 500 por ciento.
"Lo he escuchado cinco veces y es… brillante. No va a ser el álbum del año. Va a ser el álbum de la década de lejos. Es extraordinario. Un álbum eterno", ha dicho Andrew Lloyd Weber, el compositor de Jesucristo Superstar, Cats, El fantasma de la ópera o Evita, fascinando por la musicalidad de Lux, dada la ausencia de compases de 4x4 o por el uso de los tempos dispares. Sin hablar de las lenguas.
A pesar de que el castellano es el idioma que sirve como columna vertebral del nuevo álbum, Rosalía hace uso de otras 14 lenguas más. Del inglés al latín, pasando por el japonés, el árabe y el alemán (que hoy "amor" se dice en su cama "habun" o "liebe"), el italiano, el francés, el mandarín, el ucraniano, el hebreo, el portugués… y la suya propia. "Xica, ke dissse?". Pues eso, que, como buena manitas, también se maneja con el bricolaje lingüístico.
Llama la atención el uso del siciliano. La lengua que hablaba la santa de la que lleva el nombre y hasta la tonsura dorada —obra de su peluquería de confianza, Serpiente—, Santa Rosalía de Palermo, una joven que eligió a Dios antes que a su prometido. La canción es Focu ‘ranni, un tema que le sirve a esta mujer que lo mismo ocupa Page Six por sus revelaciones sobre su relación con Hunter Schafer en Euphoria que lo hace en The Financial Times por su conglomerado Motomami, para hablar del amor. O de Rauw Alejandro. O de C. Tangana. O de Jeremy Allen White. O de todos a la vez. Sin revancha, pero sí con consciencia de su dolor y que a buen seguro se convertirá en himno de su próxima gira, cuyo anuncio acumula ya más de un millón de likes.
Al menos, ya la hemos visto vestida de novia, que con el de Vampiros nos quedamos con las ganas y con Emilio Sakraya, el germanomarroquí que ocupaba su vida y con el que bailaba en Berghain, el club berlinés del primer single, parece que también, y que está soltera. En Jimmy Fallon, se puso un Vivienne Westwood Style (porque no era) como el de su amiga Charli XCX o como el de Carrie Bradshaw en Sex and the city. Porque, a veces, una "no tiene por qué tener un plan, pero sí un buen vestido". O un bizcocho de yogur. Le dio la receta a Broncano y, sí, ya se ha viralizado.
En cifras
Berghain, el primer single de Lux, ha conseguido 56,8 M de reproducciones en Spotify y 25 M en YouTube
Con 27,3 M de seguidores en IG, 32,5 M en TikTok y 8,8 M en YouTube, Rosalía ocupa el puesto 35 en el ranking de Chartmetric.
La crítica especializada elogia a Rosalía: "The Financial Times" le ha otorgado cuatro de sus cinco estrellas y "The New York Times" apunta que si bien "la música clásica y la ópera no son su hogar, en “Lux” son su patio de recreo"
Ganadora de dos premios Grammy, Rosalía atesora once Grammy Latinos (incluidos dos premios al álbum del año), cuatro MTV Video Music Awards, dos MTV Europe Music Awards, tres UK Music Video Awards, y siete discos de platino solo en España, con El mal querer, además, multiplatino en España y en el mundo.
Motomami, el holding empresarial que gestiona sus derechos y propiedades, facturó más de 12,5 M de dolares en 2023, lo que significa un crecimiento del 240 % respecto a 2022.
Se estima que el patrimonio de Rosalía estaría valorado en 50 millones de euros y está considera como una de las 20 mujeres más influyentes de la música.
