Rosalía, la artista del momento, presentó su cuarto trabajo discográfico, Lux, en Televisión Española. Primero con una entrevista al periodista Carlos del Amor en el Museo del Prado y después con un increíble show en La Revuelta.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 5 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 5 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
La cantante, de 33 años, se dejó llevar por el ingenio de David Broncano y antes de entrar en plató protagonizó una surrealista aparición en el portal de al lado del Teatro Gran Vía, donde todos los "propietarios", caras tan conocidas como Pedro Almodóvar, Alexia Putellas, Manuela Carmena, Maria Escoté, Javi Calvo, Joan Pradells, La Zowi, Carmen Machi y Estopa, debatían qué hacer con ella.
"Por favor, no, en serio, tenemos que hacer algo ya con la que canta, con la del 5º A", decía Carmen Machi. "Qué hacemos con la folclórica", insistía la actriz de Aída. "Hay que cambiar los estatutos de la comunidad, hay que cambiar la Constitución, hay que hacer algo", añadía Javier Calvo muy nervioso. Pero no para echarla del bloque, aclararon, sino para que cantara más porque "nos gusta mucho".
Tras este divertido sketch, Rosalía y su maleta de Primark salieron a la calle, donde había cientos de fans esperándola, y nada más pisar el teatro, el público rompió en aplausos. "No me reciben así ni en mi casa", dijo la artista muy agradecida.
Después, la cantante sorprendió a Broncano y a todos sus seguidores con "un bizcocho de 14 quilates" hecho por ella misma la tarde anterior. "Es de aceite de oliva, naranja, leche, harina, bicarbonato, azúcar...", explicó.
La intérprete de La perla lo repartió entre el público. "Quiero que lo valoren. Que digan la verdad. Si está malo está malo, no pasa nada", exclamó. Pero estaba buenísimo y cuando se terminó el último trozo, el presentador descubrió la verdadera sorpresa de Rosalía: un plato con la imagen de los dos y el nombre del álbum, Lux. "Es un plato que hemos diseñado y hecho especial para La Revuelta y conmemorar este día… Pensé que si se comía el bizcocho luego no quedaba regalo y quería que te quedaras con algo".
El público no fue el único que cayó rendido a los pies de Rosalía. Broncano, también. El presentador contó que había escuchado Lux del tirón después de asistir al festival de música clásica que organiza cada año su hermano, Daniel Broncano, en su pueblo, Orcera (Jaén). "Al atardecer me volví a Madrid y dije: 'Voy a escuchar el disco ahora, del tirón, cruzando La Mancha... Lo recomiendo para todo el rato, pero para cruzar la meseta es increíble… Fue bonito, emotivo, disfruté mucho", aseguró.
Rosalía, muy humilde pese al éxito, respondió que "todavía sigo aprendiendo" y que después del programa tenía "clase de canto". "Llevo toda la vida dando clases de canto y sigo. La voz es un instrumento y tengo que practicar cada día, como un deportista", declaró.
Más allá del show, en el que Rosalía presumió de fuerza al echar un pulso con Broncano, la artista compartió detalles de su faceta personal. "Mi padre (José Manuel Vila) ya no trabaja, pero trabajaba haciendo naves industriales. Mi madre, en una empresa familiar de hacer placas metálicas. Mi madre (Pilar Tobella) dejó de trabajar hace ocho años para ayudarme a mí. Es una motomami", contó con orgullo.
Además, habló de su hermana Pilar, que le ayuda mucho con los videoclips, y de sus abuelos. "Mi abuelo hacía aceite. Era de Manresa. Le encantaba cuidar lo olivos, hacía el aceite y lo daba para la familia… Mi abuela dice que soy internacional porque el obispo de Llobregat habló de mi disco en misa".
Incluso respondió a las típicas preguntas de La Revuelta: dinero en el banco y número de relaciones sexuales en los últimos 30 días. Aunque la artista no dio una cifra exacta de su patrimonio total, reconoció que "no me puedo quejar, estoy agradecida" y desveló que invierte "mucho en música".
Sobre su vida íntima, en cambio, sí dio más detalles. "Celibato", respondió para asombro de Broncano y los espectadores. "La cuestión es que llevo una época de celibato. Cuando tengo mucho trabajo y mucho estrés mi libido baja mucho y me sube el cortisol. Cero bajo cero", añadió sincera.
Aunque hizo una aclaración: "Pero ayer tuve un sueño muy curioso, me desperté lúcida y consciente como de tener un orgasmo. Para mí tenía mucha verdad, la sensación era muy de verdad… ¿no es muy mental el orgasmo? Me desperté y dije: 'Qué curioso lo que me acaba de pasar'. Sin sudores, relajado y tranquilo... ¿No dicen que en los sueños uno hace lo que en la vida no te permites?", reflexionó.
Antes de despedirse, Rosalía adelantó cuál será su próxima parada: "Tengo Jimmy Fallon… hablar en inglés tiene tela", bromeó. "Dale recuerdos de mi parte", le pidió Broncano. "Se lo voy a decir", prometió la artista. Y lo hará porque, según confesó, se lo había "gozado" en La Revuelta. "Creo que nunca había estado en un programa tan a gusto, como si estuviera en el sofá de casa hablando con un amigo, y eso es muy valioso… Espero que mi abuela no oiga el final del programa", concluyó entre risas.
Audiencia
Rosalía arrasó este lunes a su paso por La Revuelta. La cantante convirtió al programa de David Broncano en lo más visto del día de todas las cadenas, con una media de más de 2,7 millones de espectadores y un 20,4% de cuota. Máximo histórico para una edición que registró 5.379.000 de espectadores únicos y que en redes sociales fue la entrega más vista de la temporada: 35,6 millones de visualizaciones y 1,7 millones de interacciones.