La pasión por el arte es un vínculo irrompible entre Elena Cué y su hija, Alejandra Cortina, de 19 años, y ambas lo demostraron en la reciente inauguración de la exposición Picasso y Klee en la colección de Heinz Berggruen, que permanecerá en el Museo Thyssen de Madrid hasta el próximo 1 de febrero.
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En esta ocasión, ni Tita Cervera ni su hijo, Borja Thyssen, acudieron a la cita, aunque el evento reunió a otros rostros destacados de la alta sociedad española. Entre ellos, la siempre discreta Xandra Falcó, hija del recordado marqués de Griñón, quien evitó hacer declaraciones ante las cámaras sobre las recientes memorias de Isabel Preysler.
Tan solo unas horas después, durante la celebración del 25 aniversario de la Fundación Pequeño Deseo, Xandra sí se pronunció, aclarando con naturalidad su postura: "No tengo nada que decir, no son las mías". Y sobre si sacará un hueco para leerlas, añadía con sinceridad: "Pues no lo sé". Además, comprendía que Isabel mencionara a su padre: "Era su marido y estuvieron casados muchísimos años". Y dejaba muy claro: "¿Cómo me va a molestar? Es parte de su vida y cada uno cuenta su vida".
El evento contó también con la presencia de otros nombres destacados del panorama nacional, como el coleccionista de arte Juan Antonio Pérez Simón; la abogada Teresa Bueyes; la viuda de Tomás Chávarri, Carolina Thieu; el director de cine Álex de la Iglesia, acompañado por una de sus hijas, y el exciclista Miguel Induráin, cinco veces campeón del Tour de Francia, junto a su mujer, Marisa López de Goicoechea.
El arte, su gran amor
No es sorpresa para nadie ver a Elena ni a Alejandra en un evento relacionado con el mundo artístico. Tanto la experta en arte y colaboradora de ¡HOLA! Living, donde suele narrar increíbles anécdotas de pintores de renombre, como su hija son grandes apasionadas de las artes plásticas y, a menudo, son vistas compartiendo una amena jornada en alguna galería, museo o exposición, como ha sido en esta ocasión.
No es el único hobby que comparten, puesto que están muy unidas y tienen un vínculo increíblemente especial. Ambas disfrutan de la belleza de la moda -el año pasado las vimos juntas durante algunos desfiles de la Semana de la Moda en París- y les encanta deleitarse con un relajado viaje en barco -si es juntas y en Marlena, el yate familiar, mejor-.