Javier Tudela, hijo de Makoke, ha compartido una nueva imagen con su novia, Marina Romero, que atraviesa una enfermedad desde hace varios meses. La pareja, en estos duros momentos, intenta buscar nuevas ilusiones que los mantenga felices y unidos.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 5 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 5 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Makoke, ya en el pasado mes de agosto, decidió cancelar su unión con Gonzalo Fernández por la "salud de un familiar muy cercano". Y fue su nuera, Romero, quien explicó en septiembre que era ella misma la que estaba enferma.
Marina Romero, mientras atraviesa esta dura enfermedad, se ha apoyado mucho en Javier Tudela. Él es su pareja desde hace más de ocho años y con él comparte a sus dos hijos. A través de sus redes sociales, y con un mensaje muy personal y emotivo, agradecía todo el cariño y apoyo que Tudela le había dado todos estos años. "Sé que nos esperan días difíciles, pero también sé que contigo a mi lado no hay batalla que no podamos ganar", le confesaba la influencer hace menos de un mes.
Navidad prematura
Esta semana, el hijo de Makoke compartía una fotografía con sus seguidores. En ella aparece una Marina feliz y sonriente al lado de un árbol de Navidad y dos piruletas de caramelo. Una nueva ilusión que logra distraer a la pareja de la enfermedad y centrarse en lo bonito del día a día. Y es que la familia ya ha empezado a colocar la decoración navideña. "Sí, un mes antes", aclaraba Tudela. Romero hacía lo mismo en su respectiva cuenta, donde ha publicado imágenes de flores, bolas y todo tipo de decorado navideño.
En una familia tan unida como es la suya, y sobre todo con la presencia de sus hijos, Javier (4 años) y Bianca (2 años), es necesario mantener la positividad y vivir al máximo una época tan bonita en la que, unos antes que otros, nos vamos adentrando.
