Venecia ha marcado la historia de amor entre Francesca Thyssen Bornemisza y Markus Reymann. En la ciudad de los canales, el alemán, de 49 años —18 años menor que ella—, trabaja como director de TBA21 Academy, la fundación que Francesca creó, en 2002, con la misión de concienciar a través del arte contemporáneo. No es de extrañar que ambos escogieran Venecia como escenario de su boda. Tal y como avanzó ¡HOLA!, fue el jueves 9 cuando comenzaron las celebraciones de su enlace, que se extendieron a lo largo de todo el fin de semana.
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En la primera jornada, Francesca y Markus surcaron las aguas de la laguna en una lancha llamada como la hija del inolvidable barón Thyssen para luego ofrecer una cena más íntima para familiares y sus más allegados. En ese mismo momento, ya dejó claro que ella no sería una novia convencional, pues se presentó con un look completamente negro.
Segundo acto
El viernes 10 tuvo lugar la ceremonia. Fue una boda civil oficiada en el ayuntamiento de Venecia. A continuación, tuvo lugar una velada cultural en la iglesia de San Lorenzo. Esta basílica del siglo XVI la reformó Francesca para ubicar la sede de su fundación y su centro de exposiciones Ocean Space, inspirado en el mundo marítimo.
Al enlace, la novia volvió a llegar en lancha, pero, esta vez, acompañada por todos los amores de su vida. No solo por Markus, con el que se disponía a dar el "sí, quiero", sino también por sus tres hijos, su yerno y sus dos nietos. Nos referimos a Eleanore, Ferdinand y Gloria, que Francesca tuvo con el archiduque Carlos de Austria, de quien se separó en 2003. Junto a ellos estaba la familia de Eleonore: el expliloto belga Jérôme d’Ambrosio y los dos niños del matrimonio, Otto y su bebé, nacida aproximadamente hace un año y de la que no se sabía nada hasta ahora.
La aparición de Francesca no pasó desapercibida. Primero, por la elección del look para su boda: un dos piezas blanco, con chaqueta de doble botonadura, diseñada por Dries Van Noten, que conjuntó con un bolso negro de Dior. Segundo, porque, una vez tomar tierra los novios, las gaitas comenzaron a sonar. Emocionada, Francesca se arrancó con un baile tradicional junto a Grace Jones, quien actuó como testigo-madrina de los contrayentes durante la ceremonia.
Tercer acto
Ya la gran celebración tuvo lugar el sábado 11 en el emblemático Arsenal de Venecia, que tuvo un ambiente mucho más festivo. Entre los invitados, se encontraban diseñadores, escultores, galeristas, coleccionistas, músicos… Desde Lady Elena Foster hasta Roger Taylor —batería del grupo Queen—, pasando por Manuel Segade, director del Museo Reina Sofía, o los modistas Jan Taminiau y Dries Van Noten.
Por supuesto, Francesca también se rodeó de familiares, como su madre, la exmodelo Fiona Campbell-Walter —la tercera de las cinco esposas que tuvo el barón—, y su único hermano de padre y madre, Lorne. Como ya se había anunciado, no estuvo presente Tita Cervera, aunque sí su hijo, Borja Thyssen, a quien Francesca tiene un cariño especial, que fue acompañado por Blanca Cuesta y dos de los cinco hijos del matrimonio: Enzo y Kala, de trece y casi once años.
La velada estuvo amenizada por la cantante brasileña Bebel Gilberto, que cantó para los novios. Para su fin de fiesta, Francesca se guardó otros dos looks nupciales. El primero, otro dos piezas, compuesto por una chaqueta oversize con flecos y pantalones fluidos de seda, que combinó con un pañuelo al cuello. Para cerrar la noche por todo lo alto, Francesca se enfundó en un vestido asimétrico de lentejuelas plateadas, que recordaban a las escamas de un pez, haciendo así un pequeño homenaje a su pasión por los océanos.