Tras una grandiosa faena en La Corrida de la Hispanidad en Madrid, Morante de la Puebla sorprendió a todos al cortarse la coleta, 30 años después de tomar la alternativa. Aunque la decisión del torero pudo parecer repentina, sus seres queridos seguro que eran conocedores de ella, a juzgar por las palabras de su hijo, Morante Jr, que es futbolista del Betis y la selección española sub-18.
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"Llegó el día. Hasta aquí ha llegado tu carrera profesional, pero sé lo mucho que te ha costado llegar hasta donde has llegado. Te admiro en cada paso que das y aquí estaré siempre para acompañarte porque eres lo más grande que me ha pasado en la vida. Te quiero mucho, guerrero de la vida", ha escrito junto a una foto del público de Las Ventas en pie aplaudiendo a su padre.
Morante Jr., es el hijo mayor del diestro, nacido de su primer matrimonio con Cynthia Antúnez. La entonces pareja se casó en octubre de 2005 en Puebla del Río, el pueblo natal del torero, situado a unos 20 kilómetros de Sevilla. A pesar de la lluvia, la boda fue una auténtica celebración popular: todo el pueblo se echó a la calle para acompañar a los novios.
El enlace se celebró en la Iglesia de la Virgen de la Granada, y entre los invitados figuraban reconocidos compañeros de profesión como Espartaco, Enrique Ponce, Finito de Córdoba, José María Manzanares, Víctor Puerto, Juan José Padilla, Pepín Liria o Rafael Peralta. Después del “sí, quiero”, los recién casados festejaron su unión en la Hacienda Atalaya Alta, en Carmona.
“Estoy muy contento con el paso que voy a dar en mi vida. Tenemos 27 años los dos y ya era hora de darlo”, declaraba entonces Morante.
Aunque ese día ambos irradiaban felicidad, su matrimonio terminó tres años después.
El torero rehízo su vida junto a Elisabeth Garrido, con quien se casó en una ceremonia civil en noviembre de 2010 en la Hacienda de Los Ángeles, en Alcalá de Guadaíra. Entre los 150 invitados, solo acudieron unos pocos compañeros del mundo del toro, como Curro Vázquez y Luis Antonio Gaspar “Paulita”.
Fruto de su relación nacieron María y Lola, que hoy tienen 16 y 13 años.
Más allá de su vida sentimental, la historia de Morante de la Puebla también ha estado marcada por una dura enfermedad. El torero padece desde hace más de dos décadas un trastorno de despersonalización. Además, sufre agorafobia. En estos años ha seguido distintos tratamientos farmacológicos y a finales de 2004 viajó a Miami para recibir sesiones de electroshock. "Te duermen entero y te las dan. La verdad es que ha ido bien. La memoria me falla un poquito pero el doctor dice que es normal. Ellos están contentos, aunque los resultados no se van a ver hasta que pase un tiempo", dijo en una entrevista concedida al informador taurino Carlos Crivell.
Aunque en ocasiones ha tenido que retirarse temporalmente de los ruedos por este motivo, Morante siempre ha reconocido que el toro ha sido su tabla de salvación, la pasión que le ha permitido sobreponerse y seguir adelante incluso en los momentos más difíciles.