La noche del 16 de septiembre fue memorable. Histórica, incluso. Aún no sabemos si calificarla de gala, fiesta o festival, pero lo que si tenemos claro es que fue muy especial, tanto para ¡HOLA! como para los 50 jóvenes más inspiradores que reconoció nuestra revista en la primera edición de los premios Gen ¡H!. Allí, en el Hipódromo de la Zarzuela de Madrid, vivimos momentos inolvidables protagonizados por nuestros invitados a la altura de su destreza. Podríamos recordar numerosas anécdotas pero, sin duda, una de las que guardaremos para la historia se trata de la desempeñada por Blanca Romero al entregarle el Premio Gen ¡H! Fashion Idol a su hija, la modelo Lucía Rivera.
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Con la perspicacia que la caracteriza, la actriz subió al escenario, derrochando orgullo por su pequeña y deshaciéndose en halagos hacia ella. "No sé si hablar o ponerme a bailar, es un honor entregar este premio", comenzaba la protagonista de Bajo Sospecha. Emocionada, Blanca felicitaba a su primogénita "por cómo estás llevando tu carrera, la pasión que le pones a tu trabajo", además de alentarle a continuar por el mismo camino —repleto de éxitos—, "sigue soñando, sigue brillando y estás divina siempre".
Complicidad y diversión
Cuando ya estábamos con los ojos vidriosos, Blanca hizo uso de su magnífico humor, con el que pasamos de la melancolía —por el carácter emotivo de su discurso— a la carcajada más plena y pura. Justo antes de que la modelo recogiera nuestro premio de icono de la moda, la que fuera Irene Calvo en la taquillera Física o Química decidió llamarla al escenario por su segundo apellido —Lucía Romero, en vez de Rivera—, el suyo, causando una ola de alegría entre los asistentes con su ocurrencia. Ante esto, la joven se acercó a su madre entre risas y juntas posaron para nuestras cámaras, con el ansiado galardón como protagonista.
Cómplices, despampanantes, divertidas y derrochando orgullo, así podemos describir el encuentro entre ambas en nuestro estrado. Compartieron besos, abrazos y unas palabras íntimas de alborozo durante la entrega. Tras recoger el testigo de su madre, Lucía nos emocionó de nuevo con sus palabras.
"Muchísimas gracias a todos, sobre todo a ¡HOLA!, que fueron los primeros que me dieron la oportunidad y creyeron en mí. A ver si empiezo yo a creer más en mí", comenzaba la modelo, quien, en tono cómico, dedicó el reconocimiento "a la señora madre que tengo aquí, y a mi abuelo, y a toda la familia que tengo detrás en este proceso que es difícil porque todos vemos lo alto, pero no vamos los momentos duros de ser modelo".
Además, reafirmó su faceta más comprometida con los derechos humanos al dedicar, en su momento de oro, unas palabras a todas las personas que están sufriendo desigualdades, haciendo hincapié en la tensión que se vive ahora mismo en Oriente Medio.