El pasado miércoles, Irene Gil dio un paso muy importante: se sentó por primera vez en un plató de televisión para hablar públicamente del estado de salud de su padre, el actor José Luis Gil, cuatro años después de que un ictus cambiara por completo la vida de toda la familia. Su intervención en Y ahora Sonsoles no solo conmovió a la audiencia, sino que supuso también un antes y un después para ella. Ahora, días después de aquel momento tan esperado, ha querido compartir con sus seguidores cómo lo vivió, qué sintió al exponerse en público y por qué decidió hacerlo.
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Con sinceridad y emoción, Irene ha escrito: “Gracias a Sonsoles y a todo el equipo y colaboradores de Y ahora Sonsoles por ser tan delicados y preocuparse tanto porque estuviese a gusto”. Y ha añadido sobre lo que significó sentarse en el plató: “Conceder la entrevista, para mí, supuso un gran esfuerzo, por tener que exponerme, por lo que teníamos que contar y porque no quería emocionarme”. La hija del actor explicó que su principal motivación fue la de dar visibilidad a la realidad que atraviesan tantas familias: “El objetivo principal era visibilizar las secuelas del DCA, homenajear a mi padre y trasladar que lo importante, más allá de lo que nos sucede, es cómo lo afrontamos”.
El mensaje de Irene caló hondo entre los espectadores, que no tardaron en enviarle miles de mensajes de cariño. Ella misma lo agradeció públicamente: “A todos, gracias. Estoy recibiendo muchos mensajes, no puedo responderlos todos. Coincidís en que queréis seguir viéndole y sabiendo de él, pues aquí le tenéis: hace unos días nos dimos un paseo y nos tomamos un cafetito en familia”. Junto a estas palabras, compartió una entrañable fotografía familiar en la que aparece con su padre, su madre y su abuela, sonrientes y unidos.
El momento más difícil de sus vidas
Han pasado ya casi cuatro años desde que la familia Gil recibió la noticia que lo cambió todo. Era noviembre de 2021 cuando el querido intérprete de 'Aquí no hay quien viva' y 'La que se avecina' sufrió un ictus isquémico en el hemisferio izquierdo. Su hija recordó en el programa cómo vivió aquel instante: “Recuerdo despertarme con la llamada de mi madre. Todo tu mundo cambia. A partir de ahí, ya nada es igual. Los médicos fueron durísimos, demoledores”.
El actor pasó semanas ingresado en un hospital en un contexto aún marcado por la pandemia, lo que complicó todavía más la situación: “Esto pasa en un momento muy post pandemia, estábamos todos con las mascarillas y en el hospital estás solo, solo podía estar una persona a la vez, y sin saber nada”.
La familia vivió horas de enorme incertidumbre: “El día de la operación, del quirófano, fue demoledor. Nos dijeron que la cosa está muy mal y que las secuelas probablemente iban a ser horribles. De eso pasamos a ‘madre mía, qué cambio, es sorprendente y le vamos a subir a planta’. Este cambio fue en menos de 24 horas. De prepararnos para lo peor a subir a planta”.
Un camino largo y lleno de retos
Desde entonces, José Luis Gil, que tenía 63 años en el momento del ictus, sigue luchando contra las secuelas, entre ellas la afasia. Irene lo explicó con claridad: “Él sabe lo que pasa. Saber que quieres hacer cosas y no puedes, que quieres decir algo y no puedes expresarlo… A él le quedó como secuela afasia, por lo que le cuesta comunicarse y eso es un problema para cualquiera”.
Es un proceso, asegura, lleno de altibajos: “De repente ver que quieres decir la cosa más sencilla y no puedes… Entonces son cosas que hay que llevarlas y aprender a llevarlas. Él está enfadado con el mundo y, como todo el mundo, aprende”.
El apoyo de compañeros y amigos
Uno de los aspectos que más ha emocionado a la familia es el apoyo incondicional que siguen recibiendo de los compañeros de profesión del actor: “Agradecer a todos sus compañeros y a sus jefes, por el cariño inmenso y el apoyo que nos siguen haciendo llegar, es precioso saber que le quieren y admiran tanto”, confesó Irene. Un respaldo que se suma al de los seguidores del intérprete, que a lo largo de estos años no han dejado de preguntar por él y enviarle mensajes llenos de fuerza y cariño.
Además de compartir recuerdos y vivencias, Irene aprovechó para lanzar una reflexión que ha generado mucho debate: “Creo que al igual que nos preparamos para morir debemos empezar a prepararnos para enfermar, porque además de doloroso, es muy caro”. A pesar de la dureza del camino, la hija del actor quiso terminar con un mensaje lleno de esperanza y solidaridad hacia quienes pasan por lo mismo: “Paciencia, fuerza, energía y entender que todos tendemos a ser muy protagonistas de las cosas, pero a quien le pasa es a quien le pasa. Tenemos que aprender e intentar ayudarle porque quien lo está sufriendo, no nos olvidemos, es el que lo padece en primera persona. Y hay que intentar, pase lo que pase, ponerlo fácil”.