Rocío Flores ha vuelto a televisión y lo ha hecho con fuerza. Tras años de silencio mediático, la hija de Rocío Carrasco y Antonio David Flores reapareció en el plató de ¡De Viernes! para conceder una entrevista que no solo ha generado titulares, sino también un inesperado cara a cara con Terelu Campos, íntima amiga de su madre. Lo que prometía ser una conversación serena se convirtió en uno de los momentos más tensos de la noche.
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Todo comenzó cuando Terelu quiso saber cómo vivía David Flores, el hermano de Rocío, el recuerdo de su abuela Rocío Jurado. “Me consta porque yo sí he podido vivir, un poco más mayor, tu hermano, y sé la adoración hacia vuestra abuela”, comentó la presentadora. Pero la respuesta de Rocío fue tajante: “Me sorprende porque no te he visto en mi vida. Te he visto tres veces que he coincidido contigo en un tiempo limitado”, le soltaba Rocío, una respuesta que arrancó el aplauso del público.
El comentario encendió las alarmas en plató. Rocío, visiblemente molesta, continuó: “Con mi hermano has compartido más momentos, pero el otro día dijiste que por él sientes un amor incondicional. Si realmente lo hubieras sentido, durante estos cinco años que ha pasado los peores años de su vida, te hubieras preocupado por él. Cosa que no has hecho”.
Terelu, sorprendida por la dureza de las palabras, intentó defenderse: “No he tenido ni la posibilidad ni la facilidad de tener un contacto con tu hermano, muy a mi pesar. Esa es tu opinión”. Y añadió: “No soy tu enemiga ni pretendo serlo. Yo simplemente constato lo que he vivido”.
El intercambio dejó al descubierto una grieta emocional que va más allá de lo televisivo. Rocío Flores, que ha vivido en carne propia la exposición mediática de su familia, quiso dejar claro que su vínculo con su hermano es profundo y que no tolera que se hable de él sin conocimiento. “La que vive con mi hermano soy yo. Soy yo la que te lo digo”, sentenció.
Terelu, por su parte, intentó reconducir la conversación, apelando a los recuerdos compartidos en la infancia: “Solo constato lo que he vivido. En los años en los que tú no vivías con tu madre, pero sí lo hacía tu hermano, eras muy pequeñita y David casi recién nacido. No te acuerdas porque una niña con tres años no tiene recuerdos, pero no significa que no haya ocurrido”.
Pero Rocío Flores no dejó pasar el comentario y respondió con firmeza: “Mi respuesta es basándome en lo que dijiste el otro día, que conociste a una niña que ya no era tan niña. Pues no es cierto. Yo no tenía tres años, y esos recuerdos que mencionas no los tengo porque no han existido. He ido a comer a casa de tu madre, sí, y he coincidido contigo tres o cuatro veces, pero con tu madre he tenido más relación. Tú no estabas. Solo quería aclarar que lo que dijiste no es cierto. La contestación te la tenía que dar porque el comentario lo hiciste tú. Y sobre mi hermano, te explico: tiene muy presente a nuestra abuela, le encanta la música… y como no lo sabes, te lo cuento yo”.
La tensión fue creciendo a medida que ambas intentaban justificar sus vivencias. Terelu recordó momentos compartidos en casa de María Teresa Campos, celebraciones familiares y encuentros que, según ella, sí existieron. Pero Rocío los negó con rotundidad: "Es que cuando mis padres se separan yo era muy pequeña… esos recuerdos no los tengo”.
Este cruce de versiones dejó patente que, aunque ambas han formado parte del universo familiar de Rocío Jurado, sus caminos apenas se han cruzado. Y si lo han hecho, no han dejado huella en la memoria de Rocío Flores. Más allá del enfrentamiento, la entrevista sirvió para que Rocío se sincerara sobre su dolor, sus traumas y su deseo de reconstruirse. “Tengo muchísimos traumas por todo lo que he vivido, eso es una realidad, y probablemente eso no se vaya nunca”, confesó. También dejó claro que su prioridad ha sido siempre proteger a su hermano y que, pese a todo, sigue sintiendo amor por su madre.
El encuentro con Terelu ha sido, sin duda, uno de los momentos más comentados de la noche. No por el enfrentamiento en sí, sino por lo que revela: una herida abierta que aún sangra y la necesidad de Rocío Flores de poner límites y defender a los suyos. Además, con su reaparición, Rocío ha demostrado que está dispuesta a hablar, a plantar cara y a reivindicar su verdad. Eso sí, el camino hacia la reconciliación con su madre parece está muy lejano.