Francia tiene un nuevo primer ministro, el séptimo desde el inicio del mandato presidencial de Emmanuel Macron. Tras la dimisión de François Bayrou por los recortes previstos en el presupuesto de 2026, el presidente francés eligió a Sébastien Lecornu, de 39 años, para sucederle.
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"El Presidente de la República me ha confiado la tarea de construir un Gobierno con una dirección clara: la defensa de nuestra independencia y de nuestro poder, el servicio al pueblo francés y la estabilidad política e institucional para la unidad del país", escribió Lecornu en su cuenta de X.
Miembro del Gobierno desde 2017 y uno de los más estrechos aliados de Macron, Lecornu, que hasta ahora era ministro de Defensa, es conocido por su facilidad de palabra. Los príncipes de Gales pueden dar fe de ello: el pasado mes de julio, Guillermo y Kate compartieron una agradable conversación con él mientras se dirigían en carruaje al castillo de Windsor, una escena que reflejaba su cercanía y don de gentes, aunque en su adolescencia estuvo a punto de tomar un camino muy diferente: el de convertirse en monje benedictino.
"No me gusta hablar de ello, pero es cierto", dijo en la televisión francesa cuando le preguntaron por este momento de su vida. "En un momento de mi vida, en la adolescencia, durante un período de discernimiento, un período muy íntimo, a los 16 años, pensé en ser monje", añadió. "Es una época muy íntima", insistió, dejando claro que, como "gran defensor del laicismo", no quería expresarse más sobre sus creencias personales.
Licenciado en Derecho, una de sus grandes pasiones, tal y como recoge Paris Match, es pasear por Saint-Ouen, el mayor mercado de antigüedades del mundo, y perderse en los jardines del Museo de los Impresionistas de Giverny. Su vena artística también se deja ver en otro terreno: cuando imita a Louis de Funès y Bourvil, dos de los actores más icónicos del cine francés, con el exministro del Interior Gérald Darmanin.