Ilusionado, totalmente descansado de sus vacaciones en Mallorca y bien bronceado, Joaquín Prat arranca el curso con un nuevo reto: asentarse con su nuevo programa en Telecinco, El tiempo justo, y disputarse el título de rey de las tardes con su amiga Sonsoles Ónega. Pero el comunicador tiene otro motivo para mostrarse tan feliz: le ha pedido la mano a la valenciana Alexia Pla Gabaldón, su pareja desde hace tres años, además de copropietaria de dos centros de estética en Castellón de la Plana e Ibiza.
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Aunque siempre lleva su vida personal con discreción, el propio Joaquín confirma sus planes a ¡HOLA!: "Sí, le he pedido matrimonio". "Ipso facto", le preguntamos si la boda será el próximo año: "Podría ser", responde misterioso. "Quiero casarme y me gustaría ser padre con ella —Alexia no tiene hijos—. Esto lo saben todos nuestros amigos", añade Joaquín, que no puede mostrarse más enamorado de su pareja: "Es la mejor persona que he conocido. Es la familia que he elegido", afirma con rotundidad.
Además, el comunicador habla igual de ilusionado de El tiempo justo, nombre que hace un claro homenaje a su padre y al mítico concurso El precio justo. "Este nuevo programa de Telecinco tiene actualidad, entretenimiento y reality, que nadie los hace como Mediaset. Luego, vamos a estar mucho en la calle", nos explica.
"También me gustaría ser padre con ella. Esto lo saben todos nuestros amigos"
—¿Cómo reaccionó tu madre cuando le contaste el nombre de tu nuevo programa?
—Me dijo: "Ya era hora. Un homenaje a tu padre" —imita el acento danés de su madre.
—Tu hermana Alejandra colabora en El tiempo justo. ¿Cómo es trabajar con ella?
—Es raro, porque nunca sabes si eres demasiado exigente o poco. Pero me encanta tener a mi hermana. Confianza plena en ella. Si no, no estaría.
—Ahora, compites con Sonsoles Ónega.
—Es mi amiga y una de las mejores de mi hermana. Es que vamos a cenar a su casa. Luego, su pareja es amigo mío. En lo personal, todo es maravilloso, pero yo lo que quiero es ganar.
—También eres amigo de Ana Rosa, quien ha tenido piques abiertamente con Sonsoles.
—Ah, ¿sí? ¿Lo dices por cuando Kike (Quintana, sobrino de Ana Rosa) llamó "enanita planetaria" a Sonsoles? —en el programa—. Las dos son mis amigas, pero creo que han tenido algunos encuentros posteriores en el ámbito privado…
La memoria de su padre
—Se acaban de cumplir 30 años del fallecimiento de tu padre. ¿Qué recuerdas de él?
—Su olor, cómo raspaba con la barba… Su determinación, su sonrisa… El amor que le profería a mi madre, cómo se ocupaba de sus hijos, cómo trataba con la gente, con cercanía, simpatía y naturalidad. Y echo de menos sus consejos.
—¿Cuál es el mejor que te dio?
—"Para que la gente te quiera, primero tienes que querer a la gente". Y eso se aplica a todos los ámbitos de la vida, al personal y al profesional.
—¿Qué crees que tienes de él?
—La misma mala leche (ríe).
—Ahora se habla mucho de los "nepo-babies" Nunca has ocultado ser "hijo de".
—¿Cómo me va a molestar? Encima, me dedico a lo mismo que mi padre. Siempre voy a ser el hijo de Joaquín Prat para una parte de la población, aunque, para otra, Joaquín Prat soy yo.
—Pues, de joven, no querías ser periodista.
—Tenía cero vocación. Quería ser piloto de aviación. Ya cuando estudiaba Económicas, pensaba: "¿Por qué no me matriculé en Periodismo?". Pero mi padre me decía que estudiara una carrera de verdad, que Periodismo no lo era. Cuando ya falleció, dije: "No pierdo más el tiempo". Estudié Periodismo y ya vino todo lo demás.
"Lo de cincuentón me toca…"
—En junio cumpliste 50. ¿Cómo te ves?
—Físicamente, muy bien, aunque, psicológicamente, me ha pesado… Es que son 50… Ya tengo menos años por delante que lo que llevo por detrás. No creo que viva muchos años.
—Pero si te cuidas mucho.
—Mira, lo que tengo que hacer es dejar el "vaper". Es verdad que hago deporte, que no soy muy de beber y tampoco de salir…
—¿Te molesta que te llamen "cincuentón"?
—Lo de "cincuentón" me toca las narices. Me parece muy injusto. Es un término acuñado hace 40 años y, entonces, los cincuentones no eran como los de ahora.
—¿Te miras las arrugas?
—Me las mira mi pareja. Me dice que me tengo que poner protección. Todos los que se quejan de arrugas no se ponen protección.
—¿Cómo está tu hijo, que ya tiene diez años?
—Muy enorme.
—¿Cómo eres como padre?
—Ese es el reto más difícil que he tenido en mi vida. Me río de estar en la tele, de las tardes de Telecinco y de El tiempo justo… Al lado de ser padre, me parto.
—¿Eres un padre estricto?
—Menos de lo que debería.
—¿Tu hijo seguirá la estela en el periodismo?
—Que haga lo que le haga feliz. Es bueno en matemáticas y el futuro pasa por las matemáticas, así que debería explotar. Ni periodista ni leches en vinagre. Pero que sea lo que quiera ser.
—¿Es consciente de quién es su padre?
—Sí, pero le da igual. Ni me ve ni me pregunta. Bueno, a veces, en la cena, me pregunta de qué hemos hablado en la tele. Pero la dimensión mediática de su padre se la trae al pairo.