Este verano, Sotogrande ha sido testigo de uno de los instantes familiares más emblemáticos de la aristocracia española: Carlos Fitz-James Stuart, el actual duque de Alba, volvió a posar junto a sus dos hijos, Fernando, duque de Huéscar, y Carlos, conde de Osorno, en el pantalán, justo antes de embarcarse en su querido "Zapatilla". Sin duda, una imagen cargada de tradición que refleja el vínculo de los tres.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 5 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 5 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Además, el duque de Alba y sus hijos se mostraron relajados, preparando una jornada para disfrutar del mar, del buen tiempo... y de la costumbre que ha marcado generaciones.
Y es que navegar es más que afición para el duque: es una pasión que ha heredado de su querida madre, la inolvidable duquesa de Alba. El hoy jefe de la Casa de Alba se considera un "buen capitán" y suele aprovechar sus vacaciones para ponerse al timón de los barcos familiares, especialmente del emblemático "Ajax III", una joya náutica heredada y cuidada desde la década de los ochenta.
Por otro lado, tanto él como sus hijos, Fernando y Carlos, comparten la afición náutica de ser patrones de embarcación de recreo (PER), lo que les permite tomar el timón con total seguridad y libertad. Este verano no fue una excepción: padre e hijos se embarcaron en una jornada náutica marcada por la complicidad y la tradición familiar. Disfrutaron del mar en calma, del sol andaluz y del tiempo compartido, que, lejos del protocolo, muestra su faceta más cercana y auténtica. Unas bonitas imágenes familiares que ya se ha convertido en todo un clásico estival… y en uno de los posados más esperados de la temporada.