A sus 50 años, la modelo y actriz Lucía Hoyos sigue pagando las trágicas secuelas de un accidente de coche que sufrió en el año 2023 y que le cambió por completo la vida. Siempre tuvo claro que lo suyo era el mundo del espectáculo, por eso dio el salto a las pasarelas con 16 años, llegándose a convertir en Miss Sevilla.
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Este lunes, la sevillana acudió al plató de Y ahora Sonsoles, el magacín de tarde de Antena 3, para contar cómo ha llevado estos dos años tras el incidente y qué tal ha vivido esta dramática situación que, según ella, le ha dejado secuelas insanables.
"Aquel día no me imaginaba que me iba a cambiar la vida. Iba a la peluquería y aunque no llegamos a colisionar... Iba mirando el móvil y se me movió todo, lumbar, dorsal y cervical. Me fui al centro de salud porque me molestaba y caminaba como un gigante y cabezudo. Y luego no me ayudaron y me trataron muy mal hasta que encontré una fisioterapeuta que creyó en mí", explicó.
"Ha sido muy duro. Me tuvieron que cambiar la medicación cuatro veces porque no encontraban nada que me quitara el dolor. Una de las veces estuve vomitando varios días con colitis. Ha sido muy triste hasta que di con la doctora Tamames", aseveró.
Durante este tiempo, Lucía ha intentado recomponer su vida, pero le ha resultado muy complicado, sobre todo, por el testimonio que relató a continuación: "Ha sido muy duro. Me tuvieron que cambiar la medicación cuatro veces porque no encontraban nada que me quitara el dolor. Una de las veces estuve vomitando varios días con colitis. Ha sido muy triste hasta que dí con la doctora Tamames", aseveró.
El teléfono ha dejado de sonar
Tras terminar la rehabilitación, Lucía no ha dudado en exponer lo difícil que está resultando para ella volver a la normalidad y, por ende, al trabajo. Hace un mes que ha terminado de curarse tras el accidente, pero la intérprete se ha percatado de una realidad muy dura: el teléfono ha dejado de sonar en el ámbito profesional. "Engordé 8 kilos y dejaron de llamarme. Está siendo muy duro", confesó en Y ahora Sonsoles.
"Si no puedes trabajar, no puedes cobrar. Me dieron de baja. Yo tengo un plan A que es actriz, un plan B como dobladora y un plan C de dependienta en una tienda de ropa. Pero en la Seguridad Social tampoco me trataron muy bien. Les dije cómo me encontraba y me decían que estaba bien. Y en la mutua, lo mismo. Me fui de allí llorando", concluyó. Actualmente, Lucía puede asegurar que se ha reinventado, convirtiéndose en actriz de doblaje. Un auténtico ejemplo de superación y esfuerzo.