Rosalía ha vuelto a demostrar que no hay icono español que se le resista. Esta vez, la cantante se ha sumergido de lleno en la historia para rendir un homenaje de alto voltaje artístico: convertirse en la mismísima XIII Duquesa de Alba, tal y como la pintó Francisco de Goya en 1795. Con un vestido blanco que acaricia el suelo, escote cuadrado, abrigo de pelo y un lazo rojo que parece latir con cada gesto, la artista catalana ha logrado una transformación que mezcla raíces, carácter y un magnetismo imposible de ignorar, que recuerdan también a la mítica 'Maja'. El resultado es un retrato vivo que no solo celebra el arte clásico, sino que también deja entrever detalles de lo que será su próximo gran proyecto musical. Una pista que ha decidido revelar a través de la portada de septiembre de Elle USA, en la que tradición y modernidad se funden en una sola imagen.
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El resultado es un retrato vivo, lleno de guiños a nuestra tradición pictórica, que no solo celebra la herencia cultural, sino que también deja entrever que, en su música, se está gestando algo grande. Y como a Rosalía le gusta hablar con imágenes tanto como con canciones, ha decidido dejar esta pista envuelta en arte y moda, bajo la mirada de los fotógrafos Inez & Vinoodh y el estilismo de Alex White. En la entrevista, la motomami reflexiona sobre el tiempo, la industria y su propio ritmo vital e incluso amoroso: “El ritmo de todo es tan rápido, tan frenético. Y pienso: ‘Dios mío, han pasado ocho años desde que publiqué mi primer trabajo’. Es una locura”.
Sobre su esperado cuarto álbum, al que los fans ya han bautizado como R4, no se compromete con fechas: “¿Qué es el tiempo? ¡Es tan relativo! Siempre hay una fecha límite, y bueno, la fecha límite siempre puede cambiar”, bromea. Eso sí, lanza una promesa que ilusiona: “No tiene nada que ver con mis trabajos anteriores… es lo mejor que he escrito hasta el momento”. Para Rosalía, la motivación creativa debe nacer de un lugar limpio: “Motivos como el dinero, el placer, el poder… no los considero fértiles. De ahí no surgirá nada que realmente me interese”.
El verano del amor
Entre confesiones musicales, llega inevitablemente la pregunta sobre su vida personal y las imágenes que la muestran disfrutando de Barcelona junto al actor y cantante alemán Emilio Sakraya. Paseos de la mano, miradas cómplices y besos robados en las calles más emblemáticas de la ciudad condal han confirmado lo que ya era un rumor: la artista vive un momento dulce en lo personal. Emilio, conocido por sus trabajos en cine y televisión en Alemania, ha acompañado a Rosalía en una ruta muy especial. Ella, ejerciendo de perfecta anfitriona, le ha mostrado rincones únicos, desde el Gótico hasta la Barceloneta, pasando por terrazas con vistas al Mediterráneo.
Cuando la entrevistadora le pregunta por esta nueva ilusión, Rosalía se limita a sonreír y lanzar una respuesta cargada de picardía: “Paso muchas horas en el estudio. Estoy en reclusión”. Una forma elegante de dejar que las imágenes hablen por sí solas. Esa “reclusión” tiene lugar en Mount Washington, un enclave de colinas en Los Ángeles donde Rosalía ha alquilado una casa con estudio privado. Allí está grabando cada pista de su nuevo álbum, pero también, según cuentan sus allegados, compartiendo momentos con Emilio cuando su agenda se lo permite.
En ese refugio, la artista combina trabajo y ocio: “En los ratos libres, veo películas de Martin Scorsese y Joachim Trier, y he leído la novela I Love Dick, de Chris Kraus. ¡Amo a esta mujer! Me encanta cómo piensa”. Una vida tranquila que contrasta con las escapadas a Europa, como su reciente visita al Festival Primavera Sound junto a su hermana, y que demuestra que, lejos de estar en pausa, Rosalía se encuentra en pleno movimiento vital.
“La inmediatez no es el ritmo del alma”
Rosalía aprovecha para desmentir rumores sobre una retirada: “Es una bendición en una carrera artística procesar las cosas o reescribirlas como deberían haberse hecho antes, en tu vida o en cualquier otra cosa. La inmediatez de los ritmos actuales no es el ritmo del alma. Y para crear con honestidad, tienes que saber qué ritmo seguir”.
Su forma de componer también tiene un sello propio: “Muchas veces, la forma más masculina de hacer música se centra en el héroe: en mí, en lo que he logrado, en lo que tengo… bla, bla, bla. Una forma más femenina de escribir, en mi opinión, es como buscar comida. Soy consciente de las historias que me han precedido, de las historias que suceden a mi alrededor. Las recojo, puedo compartirlas; no me pongo en el centro, ¿verdad?”.
Su nuevo reto: Euphoria
La música no es su único escenario. Rosalía debutará como actriz en la tercera temporada de Euphoria, junto a Zendaya, Alexa Demie y Hunter Schafer. “Me gusta ponerme al servicio de la emoción, al servicio de una idea, al servicio de algo mucho más grande que yo”, asegura. El rodaje también le ha permitido reencontrarse con amigos, incluidos su rumoreada expareja Hunter Schafer: “Tengo buenos amigos allí. Es muy agradable poder encontrarnos”. Sobre su vida sentimental, evita etiquetas: “Pienso en la libertad. Eso es lo que me guía”.
“Soy un moodboard en carne y hueso”
En una de sus reflexiones más personales, Rosalía se define así: “¡Soy un moodboard en carne y hueso! Siento que, como artista, no puedo expresarme solo a través de la música. Puedes ser creativa en tu vida las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Se trata simplemente de permitirte estar en ese estado. Para mí, el estilo es una prolongación, una extensión de la expresión”.