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Si hay algo que caracteriza y define la personalidad de Lara Álvarez, eso es su vitalidad y la manera tan positiva con la que suele hacer frente a los momentos no tan felices que, como a todo el mundo, a veces le toca vivir. En unos últimos meses muy convulsos para ella tanto en el terreno sentimental como en el laboral, la periodista ha decidido poner tierra de por medio y marcarse un viaje en familia de lo más exótico y apetecible.
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Panamá ha sido el destino elegido por la presentadora de 39 años para pasar unos días de descanso, diversión y disfrute junto a una persona que nunca le falla y al que adora: su hermano Bosco. De esta forma, la popular comunicadora ha cruzado otra vez el charco ya un país que también está bañado por el Caribe, lo que nos ha recordado inevitablemente a su época dorada cuando estuvo al frente de Supervivientes desde Honduras. De hecho, la vemos posar nuevamente en bikini y luciendo tipazo a la entrada de una cabaña enclavada sobre un muelle, o tomando algo de lo más feliz en un chiringuito.
Esta vez no son los Cayos Cochinos, pero las fotos que la estrella televisiva ha compartido desde Centroamérica pueden evocar en parte a los días que pasaba tras las cámaras del reality show de aventura que condujo durante nada menos que ocho temporadas (de 2014 a 2022). De nuevo hay sol, playa, palmeras y mucho colorido, donde Lara parece sentirse en su salsa y prueba de ello es que la hemos visto marcarse incluso un baile por las calles, al ritmo de una melodía clásica latina con timbales.
Un planazo que la exconductora de Mediaset ha aprovechado también para hacer turismo y conocer los bellos rincones que esconde Ciudad de Panamá, pasando hasta "15 horas en Casco Viejo" en la mejor compañía. Como no podía ser de otra forma, durante su estancia allí están probando algunos de los manjares de la gastronomía local, como se aprecian durante su paso por un restaurante. No les ha faltado tampoco degustar un aromático café bajo una buena conversación en una terraza, o tomarse un nutritivo desayuno con espectaculares vistas al mar.
Sin duda, unas vacaciones a más de 8 mil kilómetros de España que seguro le sirven a Lara Álvarez para recargar pilas de cara a lo que viene por delante. Todo ello después de los dos tragos amargos que ha tenido que afrontar recientemente, el primero por su ruptura con el piloto de aviones Perico Durán . "A veces con quererse no basta", dijo la presentadora sobre su separación, que se produjo a mediados del pasado mayo tras unos meses juntos donde parecía que lo suyo podía durar más.
En cuanto a su fugaz regreso a la pequeña pantalla, que prácticamente ha sido un visto y no visto, la periodista aclaró que su programa La Conexión no se había cancelado sino que se habían grabado solo seis entregas cerradas y hace ya un año. Era el nuevo concurso de TVE para el horario de máxima audiencia, que la cadena ofreció en doble entrega durante tres semanas, pero que a tenor de sus resultados no parece en principio que vaya a volver. "Me da pena", lamentó Lara tras la despedida del formato.