Hace justo un mes, informábamos en nuestras páginas que Miranda acababa de regresar a nuestro país con sus hijos. Lo hacía para comenzar sus vacaciones estivales en las Cuatro Lunas, la espectacular finca de Julio Iglesias —de 400 hectáreas— en la sierra malagueña. Ahora, vemos a Miranda por las calles de Marbella, donde estuvo encargándose de unos asuntos personales. Allí, la exmodelo neerlandesa, que cumplirá 60 años el próximo 5 de octubre, nos demostraba —sin pretenderlo— que se mantiene intacta su belleza nórdica ante el paso del tiempo.
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Esta no será la única fecha importante que Miranda tiene a la vista, ya que celebrará quince años de casada con Julio Iglesias, el próximo 24 de agosto. Lo cierto es que hay que sumar otras dos décadas de amor, ya que ambos se conocieron de manera fortuita en 1990, en la sala de recogida de equipaje del aeropuerto de Yakarta (Indonesia).
Gracias a esta coincidencia, Julio conoció a la mujer "que me ha hecho más feliz en el mundo", subrayando que Miranda es "la mujer a la que más quiero y la que más he querido en toda mi vida, la más importante de todas", como nos contaba en exclusiva en 2010, cuando contrajeron matrimonio.
La espectacular finca en la Costa del Sol es el refugio predilecto de Miranda y de sus hijas gemelas, Victoria y Cristina, y a menudo se escapan para disfrutar del privilegiado clima de la sierra malagueña y gozar de la inmensa paz que le otorgan la idílica localización de Ojén, donde se encuentra la preciosa casa. Esta, tristemente, se vio sumida en un doloroso incendio en 2012 del que la familia Iglesias-Rijnsburger tardaron en recuperarse debido a las pérdidas sentimentales. Tras un par de años de reformas, Cuatro Lunas consiguió recuperar su brillo característico después de lo sucedido.
Es tanto el amor que Julio Iglesias y su familia tienen por las Cuatro Lunas que en la capilla de la finca, Miranda y el cantante sellaron su amor tras dos décadas de relación. "Nos casamos aquí porque tanto yo como mi mujer adoramos España y estamos muy felices en nuestra casa en Marbella", nos afirmaba el cantante.
Aún es pronto para saber si Miranda pasará estos aniversarios tan redondos en la sierra malagueña, o en la casa que el cantante acaba de comprar en la aldea orensana de Piñor, en la desconocida comarca de O Carballiño. La localidad es perfecta si lo que deseas es tranquilidad, como nuestro artista más internacional, puesto que ni siquiera cuenta con un bar o una iglesia y los habitantes apenas sobrepasan el millar. "Me siento muy gallego", confesaba Julio a ¡HOLA! hace unas semanas, al tiempo que desvelaba algunos detalles de su adquisición. "Solo ha hecho falta una puesta a punto. Está para vivir". Su nueva casa, en el norte de España, cuenta con una finca que supera los 1.500 metros cuadrados y dispone de habitaciones para todos sus hijos: ascensor interior, amplios jardines, piscina, garaje con capacidad para una decena de coches… y hasta un lago artificial.
Allí, Julio rememorará momentos de su infancia, pues la casa se ubica en la zona en la que nació su padre, el doctor Iglesias Puga, en A Peroxa. "Está solo a 10 kilómetros de donde me crie de niño y visitaba a mis tíos, con 5 o 6 años", nos explicaba Julio. Esta nueva residencia no está tan solo motivada por la morriña, sino que constituye un nuevo comienzo para él y su familia en nuestro país. Además, es un lugar perfecto en el que Julio podrá disfrutar de la naturaleza en familia. "Yo quiero campo", nos decía. No obstante, todavía no se sabe cuándo regresará el cantante a España y estrenará su nuevo refugio gallego.