Mientras Alejandra Rubio intenta capear un verano mediático cargado de reproches familiares y titulares incómodos, su pareja, Carlo Costanzia, parece haber encontrado su particular vía de escape para desconectar del ruido mediático que le rodea. El actor y modelo ha sido visto esta semana a las puertas de su domicilio en Madrid al volante de su nueva adquisición: un MG3 Hybrid+ Luxury en color Diamond Red, un híbrido urbano que combina diseño, potencia y eficiencia. Dicen que “las penas con pan son menos”, y el hijo mayor de Mar Flores ha optado por un capricho sobre ruedas que no pasa desapercibido. El vehículo destaca por su estética deportiva y su tecnología híbrida no enchufable, lo que significa que se recarga automáticamente durante la conducción. Combina un motor de gasolina con uno eléctrico de alto rendimiento, alcanzando los 195 caballos de potencia y una aceleración de 0 a 100 km/h en apenas 8 segundos, y encima, cuida del medio ambiente.
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Los reporteros que le esperaban a la salida de su hogar madrileño, para preguntarle sobre las recientes declaraciones que ha hecho Carmen Borrego, tía de Alejandra, en su última entrevista exclusiva, pudieron ver 'el nuevo capricho' sobre ruedas de Carlo. El novio de Alejandra Rubio, fiel a su estilo, saludó con cortesía a los reporteros, se subió al coche y se marchó sin responder a ninguna de las preguntas que le hicieron. Eso sí, con su simpatía habitual, recomendó a los medios allí congregados "bebed mucha agua, que hace mucho calor" para combatir las altas temperaturas de estos días están azotando a la capital española. Subido en su nuevo coche, dejo claro su gusto por los vehículos bien equipados y con carácter.
El MG3 Hybrid+ Luxury que conduce Costanzia está valorado en unos 28.000 euros y cuenta con etiqueta ECO de la DGT, lo que le permite circular sin restricciones por aquellas zonas de Madrid catalogadas como de bajas emisiones. En cuanto a equipamiento, no le falta detalle, incluido climatizador automático, cámara 360º, sensores de aparcamiento, control de crucero adaptativo y conectividad total. Sin duda, el modelo perfecto ahora que ha formado una familia junto a Alejandra y el pequeño Carlo y sus necesidades al volante han cambiado. Así, este nuevo capricho se suma a una flota que ya incluía un Abarth urbano, un DS Automobiles de diseño elegante y una motocicleta, lo que confirma la afición del joven por los vehículos motorizados, ya sean de dos o cuatro ruedas.
Mientras Alejandra Rubio intenta mantener el equilibrio en medio de una tormenta mediática, las críticas por su actitud en televisión y el polémico vídeo frente a la cárcel de Turín, donde acompañaba a Carlo Costanzia para felicitar a su hermano preso, han intensificado la presión sobre ella, que parece vivir un verano especialmente complicado. A esto se suman las declaraciones de su primo, José María Almoguera, quien lamenta públicamente no haber conocido aún al hijo de Alejandra, lo que ha reavivado las tensiones familiares. En Vamos a ver, la colaboradora respondió con serenidad y firmeza: “No tengo ningún problema en ver a José María, pero no se ha dado la situación”. También dejó claro que su vínculo con él “nunca ha sido muy estrecho” y que, por encima de todo, desea preservar la intimidad de su hijo.
Como si todo esto no fuera suficiente, los últimos titulares también han traído consigo los dardos de su tía, Carmen Borrego, quien en su última entrevista en exclusiva no ha escatimado en comentarios que han vuelto a poner en evidencia el distanciamiento entre ambas. En este contexto, Alejandra se enfrenta a un ritmo de trabajo exigente en televisión, mientras cuida de su pequeño Carlo, que acaba de cumplir siete meses. La hija de Terelu Campos reconoce sentirse desbordada, pero también agradecida por el apoyo incondicional de Carlo Costanzia, quien se ha convertido en su refugio. Juntos atraviesan este momento con complicidad, formando una pareja sólida que disfruta de su amor y de su hijo, ajenos —o al menos intentándolo— al ruido que los rodea.