11 días después de su épica reaparición en el imponente Teatro Romano de Mérida, Raphael ofreció el primero de sus tres conciertos en el Teatro de la Zarzuela de Madrid. Ante más de 1.200 personas, el artista volvió a hacer lo que mejor sabe: emocionar al público con su prodigiosa voz, intacta pese al paso del tiempo y las dificultades de la vida.
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A sus 82 años, tras hacer un alto en su incansable carrera para tratarse el linfoma cerebral diagnosticado a finales de 2024, Raphael pisó el escenario seis minutos después de las siete y media de la tarde. Vestido completamente de negro y acompañado por sus diez músicos, abrió la velada con La noche y, de inmediato, dejó claro -sin necesidad de discursos- que sigue siendo aquel que siempre logra levantarse. "Sigo siendo el mismo", gritó. "El Raphael de siempre", proclamó, provocando que sus incondicionales se pusieran en pie entre aplausos y algún que otro olé.
A partir de ahí encadenó grandes éxitos como Cierro mis ojos, Digan lo que digan e hizo bailar a todo el mundo con Mi gran noche, incluidos los miembros de su familia que le acompañaban desde un palco: Natalia Figueroa, sus hijos Jacobo y Alejandra, y sus nietos mayores, Manuela y Carlos, hijos de Alejandra, además de Jorge, primogénito de Manuel Martos y Amelia Bono.
Después de los vítores de guapo, viva Raphael y único, llegó uno de los momentos más íntimos de la noche. Sentado en una silla, interpretó Amo y Si no estuvieras tú, emocionando profundamente al público, que exclamó “¡Qué bonito!”. De pie de nuevo, cantó Hablemos del amor antes de presentar los temas de su último disco, Ayer... aún, con un repertorio internacional que incluyó Padam, Padam, La vie en rose, Non, je ne regrette rien —homenajeando a su adorada Édith Piaf.
Más tarde viajó musicalmente a Argentina con el tango Malena y continuó con Estuve enamorado y Desde aquel día. En ese punto volvió a sentarse para interpretar con una entrega conmovedora Amor mío. Su nieta Manuela, visiblemente emocionada, confesó a su hermano entre lágrimas que se le había puesto la piel de gallina al escuchar el torrente de voz de su abuelo.
El público, entregado, coreó con el artista Cuando tú no estás, Que nadie sepa mi sufrir -con acompañamiento de guitarra- y Gracias a la vida. Viéndole arropado por el cariño de sus fans y el amor incondicional de su familia, resultaba lógico que el cantante se mostrara tan agradecido al interpretar este tema, especialmente tras haber plantado cara una vez más al destino. El último revés, quizá el más duro, hizo temer a muchos por el final de su carrera, pero nada más lejos de la realidad: hay Raphael para rato, como demostró bailando y cantando Estar enamorado, un tema que hizo vibrar a todos los presentes.
La recta final del concierto llegó con Ámame, En carne viva, Yo soy aquel, Escándalo y, como broche, Como yo te amo, con la que se despidió de sus incondicionales llevándose la mano al corazón, lanzando besos, sonrisas y un simpático guiño a sus nietos, que no dejaron de cantar y bailar, irradiando un amor hacia su abuelo que traspasa fronteras.
Raphael también se emocionó al mirar a su hija, quien, horas después del concierto, publicó el siguiente mensaje: "Decir que eres GRANDE se queda muy pequeño. Mi adorado padre, lo de anoche no se nos va a olvidar. Y qué inmensamente felices somos por ti. GRACIAS a la vida".
Entre los asistentes al concierto de se encontraban numerosas caras conocidas: el actor Carlos Santos, el presentador Pedro Ruiz, la actriz Rosa Valenti, las empresarias Cuqui y Yolanda Font, la periodista y escritora Nieves Herrero o el entrenador de baloncesto Sergio Scariolo fueron algunos de los rostros populares que no quisieron perderse la cita. También estuvieron presentes el defensor del pueblo, Ángel Gabilondo, y el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, quien incluso tuvo la oportunidad de subir al escenario junto al artista y la esposa de este.
"En la voz de Raphael cada canción se convierte en himno y en prueba fidedigna de su inmensa talla como artista. Esta noche, sobre el escenario del Teatro de la Zarzuela, ha demostrado que su música trasciende el tiempo y los regresos, para convertirse en leyenda y emoción inagotable. ¡Grande!”, escribió Urtasun, quien cantó y bailó como el que más durante el concierto.
Un concierto muy familiar
También destacaron entre el público José Bono y Ana Rodríguez Mosquera, exsuegros de Raphael, cuya presencia volvió a evidenciar que, a pesar de la separación de sus respectivos hijos, Manuel Martos y Amelia Bono, siguen considerándose familia y mantienen un cariño y respeto admirables.
Instantes antes de que diera comienzo el concierto, Bono se acercó al palco donde se encontraba su nieto Jorge, también nieto de Raphael, para charlar con él, así como con Manuela y Carlos, los otros nietos del artista. Después de este momento tan familiar, el que fuera ministro de Defensa regresó a su asiento, en la novena fila, comportándose como un fan más del artista de Linares. Al finalizar el recital, Ana Rodríguez se acercó también a saludar a su nieto con un beso, un gesto que repitió con el resto de los nietos de Raphael.
Fans incondicionales
Aunque el concierto de Raphael estaba previsto para las 19:30 horas, desde las seis de la tarde numerosos fans se congregaron en el Teatro de la Zarzuela. Muchos aprovecharon para hacerse fotos junto al cartel del artista, visitar la zona de merchandising y compartir la ilusión de volver a ver sobre el escenario a su ídolo. Una de las personas con las que hablamos nos contó que había asistido a 30 conciertos de Raphael y que como buena Raphaelista, lucía con orgullo su medalla distintiva colgada del bolso.
Para otras personas era la primera vez que asistían a un concierto de Raphael. Venían acompañadas de auténticas fans del artista y depositaban muchas esperanzas en esta esperada reaparición. Para la mayoría, resultaba casi un milagro que Raphael, apenas seis meses después de ser diagnosticado con un linfoma cerebral, volviera a subirse a un escenario. "¡Pensaba que no iba a volver a verle!", nos confesó una seguidora. "Pero él necesita esto, cantar y estar con su público, para seguir vivo", aseguró.