Es protagonista de una vida apasionante, pero Isabel Preysler tiene claro que la mayor sorpresa que el destino le tenía preparada es ser abuela. Adora pasar tiempo con sus ocho nietos, que son su gran alegría y la llaman cariñosamente Lala, disfruta consintiéndoles y se emociona al acompañarles en días inolvidables como el que acaban de celebrar: el bautizo de Martín, del que ¡HOLA! muestra todas las imágenes. El menor de los tres hijos de Ana Boyer y Fernando Verdasco, que el 24 de abril cumplió un año, recibió las aguas bautismales el pasado fin de semana en la capilla de los Misioneros de la Sagrada Familia y posteriormente lo celebraron en la intimidad de la casa familiar de Puerta de Hierro, en la que a Isabel le gusta ejercer de anfitriona y reunir a todos sus seres queridos. Siguiendo con la curiosa tradición iniciada con sus hermanos, el niño contó con dos madrinas de las que te contamos todo a continuación.
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Ana y Fernando tienen su residencia fijada en Catar y por eso no habían podido celebrar hasta ahora el bautizo de su hijo. Desde Oriente Medio iniciaron los preparativos y comentando los avances con la familia, con la que están en contacto permanente, surgió a idea de que tuviese dos madrinas en vez de padrino, como ocurrió con sus hermanos. La marquesa de Griñón acompañó a Miguel y Mateo a bautizar y se ofreció a repetir experiencia. "Ya soy madrina de los otros dos, así que no podemos romper la tradición y tengo que serlo de Martín también", le dijo a su hermana. Al matrimonio no le pudo parecer mejor idea y decidieron darle este importante papel a Tamara, que llevó una figura de la virgen de la Alegría a la ceremonia porque la acompaña siempre.
Tamara es una "supertía" y los hijos de Ana se lo pasan muy bien con ella porque no deja de organizarles planes cuando están en España. "La ven tan divertida y se mueren de risa con ella siempre... Se los lleva a dar paseos por el campo, les organiza juegos en casa, les cuenta cuentos antes de irse a dormir... ¡Tienen mucha suerte de tenerla como tía!", nos contaba Ana, a la que le encanta ver esa relación tan bonita que se ha creado. La marquesa de Griñón sorprendió a sus sobrinos llevando a casa de su madre a sus mascotas, con las que los niños no pararon de jugar: Jacinta, Vanilla y los dos nuevos miembros de la familia, Dalkkung y Missy.
La otra madrina de Martín fue Lucía Domínguez Vega-Penichet, una de las mejores amigas de Ana, a la que las Preysler la consideran desde siempre una más de la familia. Muy discreta, trabaja como responsable de márketing y relaciones públicas de una firma de maletas de lujo. Es hija del reputado arquitecto José Antonio Domínguez Urquijo y de Graciela Vega-Penichet, y nieta de Manuel Vega-Penichet, caballero de la Orden Ecuestre de San Gregorio Magno, presidente de Fasa Renault y Ebro Agrícolas. Se casó hace dos años con Álvaro Gomis, socio de Felipe Cortina en la marca de calcetines Jimmy Lion. Precisamente para su enlace, contó con Boyer como una de sus testigos. Entre los asistentes a la celebración estaban también Isabel Preysler y Tamara Falcó, una muestra más de lo estrechos que son sus lazos.
Martín fue el gran protagonista de la jornada, pero también la superpandilla que forma con sus hermanos y sus primos. Miguel y Mateo le cuidan mucho y están muy pendientes de él, que aprende muy rápido de ellos. También estuvieron presentes sus primas, las hijas de Sara Verdasco: las mellizas Carmen y Valentina y la pequeña Sara, que tiene solo tres semanas. Los seis dejaron momentos de risas, diversión y travesuras, conquistando a toda la familia. Sus primos maternos, los hijos de Chábeli y Enrique Iglesias, no pudieron sumarse al bautizo ya que viven en Estados Unidos, pero sí estuvieron de corazón.