Aunque él insiste en que su gran noche todavía está por llegar, la de ayer tenía todos los ingredientes para serlo. Y lo fue. Raphael reapareció en el imponente Teatro Romano de Mérida tras su reciente enfermedad, y lo hizo arropado por el cariño de sus seres queridos y de un público entregado. Minutos antes de subir al escenario, el artista, de 82 años, salía del hotel caminando con paso firme, saludando con una sonrisa a los numerosos seguidores que se acercaron para desearle suerte y, sobre todo, mucha salud. "¿Un concierto muy especial?", le preguntaron. "Todos lo son", respondió sin dudarlo.
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Al caer la noche, vestido completamente de negro, hizo su entrada en uno de los escenarios más bellos de España. El público lo recibió en pie, con una larga ovación, entre aplausos y gritos de "¡Raphael, Raphael!", a los que él respondió llevándose la mano al corazón, visiblemente emocionado.
Después de unos segundos cargados de intensidad, se dirigió al micrófono y entonó los primeros versos de La noche. Así comenzó un recorrido por sus grandes éxitos que se prolongó durante más de dos horas, en las que dejó claro que, tras seis meses recuperándose de un linfoma cerebral, sigue siendo aquel: un artista con la pasión y la voz intactas para conmover como el primer día.
Entre los asistentes al concierto se encontraban Paula Vázquez y su pareja, el periodista Ignacio Sagnier, gran admirador del artista, así como Carmen Borrego y su marido, José Carlos Bernal, sentados en primera fila.
Al terminar el concierto, Raphael regresó al hotel con una sonrisa imparable, aún recibiendo muestras de cariño de los fans.
Unos pasos por detrás, caminaban sus hijos, Alejandra y Manuel, que no podían ocultar la emoción. "Fantástico. Estamos muy felices. Ha sido muy emocionante, precioso. Él es feliz haciendo esto. Ya por fin la vuelta y a retomar, que es lo que a él le gusta. Todos muy contentos. Él, fantástico, está como un toro, maravilloso", expresó Manuel sin parar de sonreír. Alejandra, por su parte, añadió pletórica: "Con mucha emoción".
Manuel y Alejandra no fueron los únicos miembros de la familia que arroparon a Raphael en su esperado regreso. También asistieron al concierto Manuela y Carlos, los dos hijos que Alejandra tuvo durante su matrimonio con el empresario Álvaro Arezana, de quien se separó en 2020. Aunque no hicieron declaraciones, sus caras de felicidad lo decían todo. Su abuelo acababa de vivir una gran noche, y ellos, que lo adoran, la disfrutaron con la misma emoción.
Manuela, muy elegante con una falda de raso y sandalias doradas, estudia Psicología y sueña con convertirse en criminóloga. Carlos, por su parte, aún no ha definido su camino: no sabemos si seguirá los pasos artísticos de la familia o si, como su hermana, continuará centrado en sus estudios.
Lo que sí está claro, como reveló su madre en una entrevista concedida a ¡HOLA!, es que Carlos es el mayor admirador de Raphael. "Es muy fan de las canciones de su abuelo. Mi hijo pequeño, Carlos, tiene alma vieja y escucha clásicos que le encantan a mi padre: Frank Sinatra, Johnny Cash… A Manuela le gusta más la música de ahora, pero le encanta ir a ver los conciertos de Raphael y seguir sus giras", declaró Alejandra con orgullo.