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Raquel Meroño todavía sigue emocionada tras la graduación de sus hijas, las gemelas Daniela y Martina. Con 18 años recién cumplidos, ambas han cerrado una etapa muy importante en sus vidas y se preparan para comenzar otra aún más ilusionante: la universidad. "La verdad es que ha sido muy emocionante porque es realmente el cambio de una etapa a otra. Parecía que habían ganado el premio Nobel de la Paz de cómo la celebramos. Un poco exagerado, pero bueno. Los americanos son así y nosotras también somos muy de celebrar", contó la actriz en declaraciones a Europa Press, visiblemente emocionada.
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Durante la ceremonia, la inolvidable Paloma de Al salir de clase no pudo contener las lágrimas. El motivo va más allá del orgullo habitual de una madre: las jóvenes han tenido que esforzarse especialmente para alcanzar este logro, ya que ambas tienen dislexia, un problema del aprendizaje que también ha vivido su madre. "Hay cosas que no salen en las redes, pero yo sí sentí mucho orgullo porque sé que ha habido algunas dificultades de las que nos hemos tenido que hacer cargo y bueno, las han ido superando y estoy muy orgullosa y ellas también. Sí, ellas también", explicó. Después, profundizó aún más en el reto que han superado juntas. "Yo también he sido un poco disléxica y eso parece ser que es hereditario y durante unos añitos tuvieron que estar ahí con logopedas y trabajando duro".
La celebración fue aún más especial por el recuerdo de su abuelo materno, fallecido hace casi dos años. "Hay grados de dislexia muchísimo más profundos, pero sí es verdad que necesitaron un poquito de ayuda y estuvieron durante varios años yendo todas las tardes con su abuelo, que por eso Daniela llevaba la foto del abuelo en la mano cuando recibió el diploma, porque él fue el que cada día estuvo con ellas estudiando y ayudándolas a superar todos esos obstáculos", comentó la ganadora de la quinta edición de MasterChef Celebrity.
Daniela y Martina nacieron el 22 de noviembre de 2006, llenando de felicidad a Raquel y a su entonces pareja, el empresario Santi Carbones. Desde entonces, la maternidad ha sido para la actriz una experiencia tan desafiante como gratificante. Tras años dedicada por completo a sus hijas, ahora afronta una etapa diferente, en la que debe empezar a darles espacio. "Hay que aceptarlo", reflexionó. "Es un proceso para una madre. Sobre todo cuando has sido una madre que ha estado tan pendiente de ellas y el aprender a soltar también tiene su miga, pero bueno, ya estoy preparada".
Siempre independiente, Raquel ha querido transmitir esa misma actitud a sus hijas. Y lo cierto es que lo ha conseguido: con tan solo 18 años, Daniela y Martina han logrado compaginar sus estudios con el trabajo para poder costearse su formación universitaria. "Yo no le he pedido un duro a mis padres jamás para absolutamente nada, entonces ahora mismo que mis hijas estén siguiendo el mismo camino de ganarse su propio dinerito, pues mola mucho. Con 18 años ya se están ganando su dinerito, pagándose sus gastos y ahora se van a pagar su carrera, a mí me parece que es para estar muy orgullosa de ellas. Han estado trabajando y estudiando al mismo tiempo y no hay tantos jóvenes que hagan eso a tan temprana edad", declaró con orgullo.
Con el verano a la vuelta de la esquina, la actriz confesó que aún no tiene planes cerrados, ya que se encuentra en un momento de cambio personal. Por primera vez, son sus hijas quienes han marcado la pauta. "Ay, el veranito todavía no sé lo que voy a hacer, vivo completamente al día. Es cierto que este año, por primera vez, mis hijas me han dicho: esta es nuestra agenda, si quieres pasar tiempo con nosotras nos sobra esta semanita. Y es como: guau. O sea que otra vez vuelvo a poner el foco en mí y a ver qué me depara la vida, que también mola mucho, el volver a hacerte dueña de tu tiempo y volver a vivir la vida con pasión. Estoy con ganas".