Acaba de llegar a Netflix y Por siempre ya se ha convertido en uno de los grandes éxitos de la temporada. La serie romántica adolescente ha cautivado a los espectadores por su frescura y por ofrecer una visión moderna de la clásica novela de Judy Blume, publicada en 1975. Esta adaptación contemporánea, ambientada en 2018, nos presenta a Keisha y Justin, dos adolescentes que, en su último año de secundaria en Los Ángeles, experimentan la intensidad del primer amor.
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Este gran romance se cimenta en la innegable química y en las destacadas interpretaciones de sus protagonistas Lovie Simone y Michael Cooper Jr. Este último da vida a un joven con mucho talento para el baloncesto pero que también sueña con hacer música, buscando su identidad en un mundo que espera mucho de él. A sus 23 años, este actor, casi un debutante, ha recibido grandes elogios por su actuación en un papel que, como él mismo ha señalado, le ha permitido explorar las emociones de un personaje sensible, algo poco habitual en personajes masculinos negros en pantalla.
Una vocación inesperada
Michael Cooper Jr. nació en Dallas, Texas, y, pese a su desparpajo frente a la cámara, en su cabeza no estaba la idea de ser actor, puesto que era algo que veía como un simple pasatiempo. De hecho, durante su etapa escolar, al igual que Justin, estaba más centrado en el fútbol americano y sus planes pasaban por estudiar Derecho o Ciencias Políticas. "Era un estudiante muy académico. Siempre le digo a la gente que mi destino era ser abogado o algo más", explicaba en una charla con Huffpost.
Sin embargo, aunque el año pasado se licenció en Ciencias Políticas en Texas Tech, ese no era su sino. Todo cambió en su segundo año de instituto, tras ser elegido para una obra escolar de High School Musical. A partir de ese momento, descubrió su verdadera pasión por la actuación. “Todos dicen: ‘Es difícil’. Es duro y es difícil, pero tengo esa tendencia a obsesionarme con lo que me apasiona. Me obsesioné. Trasnochaba aprendiendo a analizar guiones y personajes”, contaba en una entrevista con Women's Wear Daily (WWD).
Con el tiempo, lo que empezaba como una afición se transformaba en una verdadera vocación y, en 2020, Cooper Jr. tomaba una decisión clave: mudarse a Atlanta para dedicarse por completo a la interpretación. Desde allí comenzaba a labrarse un camino en la industria, participando en cortometrajes, anuncios y en sus primeros largometrajes: Linaje oscuro y On the Come Up, una adaptación dirigida por Sanaa Lathan de la novela de Angie Thomas, autora de El odio que das.
El papel de su vida
El papel de Justin llegó en el momento justo. A comienzos de 2023, Michael recibía el guion de Por siempre, sin saber que unas semanas antes, durante una conversación navideña con su familia, había descubierto que su madre era una gran lectora de Judy Blume. “Fue una especie de sincronía divina”, contaba en HuffPost. Desde el primer momento, se sintió conectado con el personaje. Aunque asegura que Justin no se parece a él, algo que suponía un desafío, también admite que hubo aspectos que le tocaron muy de cerca: “Tiene un pie en la confianza y otro en la inseguridad”, explicaba en Tudum sobre el joven al que interpreta.
Uno de los aspectos que más le resonaron de Por siempre fue cómo se exploraba la vulnerabilidad de Justin, quien “cuando ama, lo hace de verdad”. Como él mismo ha señalado: “No vemos muchos hombres negros sensibles en pantalla, pero todos somos humanos y todos tenemos emociones”. Cooper Jr. se muestra orgulloso de que la serie muestre una representación más realista de los adolescentes negros, alejándose de los estereotipos de masculinidad tóxica que suelen verse en muchas producciones. Como él mismo explica, su personaje desafía esos clichés y ofrece una visión más honesta y real de la juventud masculina y "eso fue con lo que realmente me identifiqué".
El desamor que le inspiró
Durante el rodaje, Michael también atravesaba un momento personal complicado, ya que acababa de terminar con su pareja. Esa experiencia, lejos de entorpecer su trabajo, le permitió conectar aún más con su personaje. “Mi exnovia y yo rompimos justo por esas fechas y pude aprovechar muchas de las lecciones de vida y del dolor”, desvelaba a HuffPost. Esa cercanía entre su historia y la de Justin le brindó una nueva perspectiva sobre el amor, la sensibilidad y la importancia de mostrarse tal como uno es. “Justin es un chico que siente profundamente y yo también lo estaba viviendo. Fue una forma de sanar, sin saber que lo necesitaba”, reconocía el actor.
Cooper Jr. explicaba también que, igual que su personaje, se vio obligado a enfrentarse a sus emociones: “Está tan normalizado que los chicos tengan que reprimir, reprimir, reprimir. Justin es emocionalmente vulnerable y abierto, y creo que eso puede ser una herramienta”, explicaba. Además, añadía que meterse en este papel fue también una forma de liberación personal: “Pude canalizar muchas cosas mientras lo interpretaba y expresarlas de esta forma tan bonita, que además me ayudó a sanar… Fue un regalo que no sabía que necesitaba”, confesaba. Una experiencia personal que no solo marcaba su actuación, sino que le ha llevado a convertirse en una de las estrellas emergentes del panorama actual.