,type=downsize)
Isabel Preysler recibió con gran tristeza la noticia del fallecimiento de su querido amigo Alfonso de Borbón y Escasany, quien murió el pasado 10 de mayo a los 80 años. Lamentablemente, un viaje impidió que Isabel estuviera presente en su emotiva despedida. Según ha podido saber ¡HOLA!, sintió muchísimo no poder estar al lado de su gran amiga Marisa Yordi de Borbón en un momento tan difícil, pero no se separó de su lado en los meses en los que su marido arrastraba serios problemas de salud. Estuvo muy pendiente, brindándole su apoyo e incluso habló con ella por teléfono antes de emprender el viaje, cuando la situación ya era irreversible. Horas después, Alfonso de Borbón y Escasany fallecía, dejando una profunda conmoción entre familiares, amigos y aquellos que tuvieron el privilegio de conocerlo.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Marisa Yordi, además de ser la esposa de Alfonso de Borbón y un referente en el mundo de la moda y el lujo, ha sido siempre gran amiga de Isabel Preysler. Su amistad, forjada a lo largo de los años, ha estado llena de complicidad y apoyo mutuo. Juntas compartieron inolvidables veranos en Marbella y permanecieron unidas tanto en los momentos de felicidad como en los más difíciles, como la pérdida de Miguel Boyer en septiembre de 2014. De ahí que Isabel haya sentido profundamente no poder estar al lado de su amiga en un momento tan doloroso.
Isabel Preysler, acompañada de su hija Tamara, volaba a Estados Unidos el mismo día del fallecimiento del aristócrata, padre de Alejandra y Alfonso de Borbón. Madre e hija viajaron a Washington para asistir a la graduación del hijo de Chábeli Iglesias y Christian Altaba. Alejandro, el primogénito de la pareja, de 23 años, se gradúa en Derecho en la American University de la capital estadounidense. Un viaje que emprendió con sentimientos encontrados. Por un lado, la alegría de ver a su primer nieto graduarse y por otro, no poder estar presente en la despedida de un gran amigo.
Alejandro Altaba Iglesias ha ocupado siempre un lugar especial en el corazón de su abuela. Su nacimiento fue un momento de gran incertidumbre para su familia. Llegó al mundo en el quinto mes de embarazo, pesando menos de un kilo, y su delicada situación generó momentos de gran angustia Su abuela, Isabel Preysler, recuerda con emoción aquellos días difíciles y reconoce que, aunque una abuela no debería tener "debilidades", es imposible no sentir un cariño especial por un nieto que superó tantas adversidades. "Mi madre tiene devoción por su nieto y siempre hacen por verse lo máximo posible", contaba Chábeli en uno de sus últimos reportajes para ¡HOLA!