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La plaza de toros de La Maestranza fue este fin de semana escenario de una de las citas más simbólicas del año: la despedida definitiva de Cayetano Rivera. Un adiós cargado de emociones, simbolismo y ausencias. El torero se cortó la coleta y puso fin a una trayectoria de más de veinte años en los ruedos. Y aunque todas las miradas se dirigían al centro del albero, fue en el graderío donde otra figura captó gran parte de la atención: su sobrina, Tana Rivera.
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La hija de Eugenia Martínez de Irujo y Francisco Rivera no quiso perderse este momento clave en la vida de su tío. Acompañada por su pareja, Manuel Vega, y su hermano Curro, la joven se dejó ver radiante y cercana en una jornada que iba mucho más allá de una simple corrida de toros: fue, sobre todo, un evento profundamente familiar.
Con un conjunto de dos piezas de inspiración primaveral —pantalón de lino blanco, chaleco de rombos en blanco y negro, crop top y sandalias de esparto—, Tana no solo acertó con su estilismo, sino que transmitió con su sola presencia un apoyo firme y discreto a Cayetano. En un día marcado por la nostalgia, los aplausos y la gratitud, la joven volvió a dejar claro el estrecho vínculo que mantiene con su tío.
Entre los asistentes se encontraban también otros miembros de la familia Rivera, como Kiko Rivera —cuya presencia sorprendió gratamente— y el tío Antonio Rivera. Pero, entre tanto respaldo, muchos no pudieron evitar fijarse en una notable ausencia: la de Francisco Rivera. No hubo imágenes ni confirmación oficial de su presencia en la plaza, aunque Cayetano, al ser preguntado, zanjó el tema con un enigmático “os lo habéis perdido”, sin entrar en más detalles ni alimentar especulaciones.
Un adiós profesional… y personal
La despedida de Cayetano no solo ha marcado el final de una etapa en lo profesional. En los últimos días también se ha conocido su ruptura con la periodista portuguesa Maria Cerqueira, con quien mantenía una discreta relación desde hace dos años. Según publicó en exclusiva ¡HOLA!, la separación ha sido de mutuo acuerdo, motivada por la distancia geográfica que complicaba la convivencia. Sin terceras personas ni polémicas, solo el desgaste natural de una historia que no pudo ser.
Y mientras se digería la noticia de la ruptura, nuevas imágenes del torero en la Feria de Abril junto a la modelo María José Suárez y sus respectivos hijos despertaron cierto revuelo mediático. Las fotos mostraban una escena familiar, relajada y cómplice, pero la propia María José aclaró rápidamente que fue un encuentro casual tras coincidir en una función de circo. Los niños, que tienen la misma edad, aprovecharon para compartir juegos, y los adultos conversaron cordialmente. Nada más.
Una tarde para el recuerdo
En su última corrida, Cayetano eligió un traje de luces púrpura y plata como homenaje a su bisabuelo, Cayetano Ordóñez. En su brazo, un crespón negro por la reciente pérdida de su tío Alfonso. La plaza respondió con respeto y emoción. “Feliz y triste, las dos cosas”, confesó el torero tras su última faena. Y es que hay despedidas que se viven entre aplausos y silencios.
Ahora, el diestro se retira a su finca de Ronda, El Recreo de San Cayetano, donde intenta asentar una nueva rutina centrada en sus hijos: Lucía, la mayor, y el pequeño Cayetano, fruto de su matrimonio con Eva González. En las últimas semanas, Lucía ha estado especialmente presente, acompañándole incluso a la final del Mutua Madrid Open, donde se les vio compartiendo risas y gestos de complicidad.