Joshua no atraviesa su mejor momento en la aventura de Supervivientes, pero el destino —y la organización del programa— tenía preparada una sorpresa que cambiaría el rumbo de su experiencia en Honduras. En mitad de una prueba en la que se jugaba su ansiada recompensa, el joven recibió una visita que le devolvió el ánimo y las fuerzas: su padre, Kiko, llegaba en barca para abrazarlo y recordarle que no está solo.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
La escena fue de lo más conmovedora. Joshua, al escuchar que debía “pedir ayuda” a gritos, no imaginaba que esos gritos atraerían a una figura tan importante para él. Al divisar la silueta de su padre, no pudo contener las lágrimas. “Quiero darte las gracias por todo lo que haces por mí, por estar siempre pendiente, te quiero mucho”, le decía visiblemente emocionado.
Padre e hijo, más unidos que nunca
El superviviente, afectado por el desgaste físico y emocional que conlleva el reality, confesaba que necesitaba este impulso para seguir adelante. “Llevaba dos semanas de bajón total”, reconocía, y no dudó en agradecer tanto a su padre como al equipo del programa por hacerlo posible.
Por su parte, Kiko no solo se limitó a abrazar a su hijo, sino que también lo llenó de palabras de ánimo: “Ahora, para arriba. Ya vine yo, ya lo has logrado, has pasado a la historia. Cuando tengas 80 años dirás: ‘Estuve en Supervivientes. De los cobardes no se escribe un libro y tú eres un campeón’”.
Planes para el futuro y una promesa
Este reencuentro no solo sirvió para reconfortar a Joshua en mitad del concurso, sino también para hacerle reflexionar. El concursante compartió con su padre su deseo de pasar más tiempo juntos cuando regrese a España, reconociendo que la experiencia le ha hecho valorar más aún los vínculos familiares. “Honduras me ha hecho pensar mucho”.
Una escena que emocionó a la audiencia y que recordó que no hay fuerza más poderosa que el cariño de la familia cuando más se necesita.